No porque tengan narices rojas -por cierto, portadas con mucho orgullo-, ni sus caras estén pintadas, los asuntos que tratan son poco serios. Todo lo contrario, el I Congreso Cubano de Payas@s Terapéutic@s: Arte y Salud 2018 aborda temas relacionados con la risa que contribuye a la salud de grupos vulnerables, entre ellos niñas y niños y personas con discapacidad intelectual.
Inaugurado el 17 de octubre, tuvo en la jornada inaugural las conferencias magistrales "Familia, vulnerabilidad y resiliencia", a cargo de la psicóloga Patricia Arés, presidenta de la sección de familia, de la Sociedad Cubana de Psicología, y "El payaso terapéutico: papel indispensable", por Melissa Holland, creadora de la fundación canadiense Doctor Clown.
Con la presencia de delegados de Canadá, México, Palestina, Brasil, Chile, India, Colombia, Francia, Estados Unidos y Cuba, el encuentro se extiende hasta el viernes 19 e incluye conferencias, talleres de superación artística e intercambios.
Entre las presentaciones de ponentes de la capital en la primera jornada están “El payaso terapéutico y los cuidados paliativos en pacientes pediátricos con enfermedades crónicas avanzadas”, de clowns que asisten a los hospitales infantiles William Soler, Juan Manuel Márquez y José Ramón Martínez (Artemisa) y “Efecto terapéutico de la animación a través de payasos en personas con discapacidad intelectual severa y profunda”, en representación del Centro Médico Psicopedagógico Benjamín Moreno.
También expusieron acerca de “Las metáforas como recurso de la terapia psicológica del niño cardiópata congénito” y “Cuando una payasa terapéutica es de la tercera edad. Por una sonrisa”.
Varios trabajos relacionados con las intervenciones de clown de hospital en La Habana, Las Tunas, Santiago de Cuba, Villa Clara y Pinar del Río, entre otras, mostraron los beneficios en el estado anímico no solo de los pacientes y sus familias, sino también en el personal del sector de la salud que los atiende día a día.
Propósito
Un elemento debe tenerse en cuenta: la labor que realizan los payasos terapéuticos de llevar la alegría, la risa o al menos, la sonrisa a pacientes y familiares en los hospitales pediátricos a lo largo del país, es voluntaria.
Según indica la doctora Elena Povea, del hospital pediátrico William Soler, es muy importante el efecto positivo que genera tener a los payasos de hospital y existen muchas iniciativas que podrían facilitar el crecimiento y expansión del proyecto a otras instituciones del sistema de salud.

Con ese criterio coincide Anniet Venereo Pérez-Castro, payasa terapéutica y presidenta del comité organizador del congreso: “todavía hoy se sostiene de manera voluntaria, que es muy bonito, pero a su vez, no hace constante la presencia de los payasos en los lugares que hacen falta. Lo ideal sería que hubiera en los hogares de ancianos, en los centros psicopedagógicos, en los pediátricos, para adultos…”
“Hay mucho campo por donde aplicarlo y de manera voluntaria no sería posible la extensión de todo lo que podría ser útil. Este congreso va un poco a eso, a compartir evidencias con todos esos públicos de los beneficios que tiene, superar artísticamente a la gente que tenemos e influir en los tomadores de decisiones de probar esto dentro del sistema de salud. Esto enriquecería la obra que es la salud pública de Cuba”.
Los talleres
De acuerdo con Venereo, una de las prioridades para quienes se han adentrado en este mundo, es la preparación artística. Para ello, el congreso aporta múltiples talleres, impartidos fundamentalmente por los colegas de otras nacionalidades.
Entre las temáticas que abordan están el psicodrama para el autocuidado del clown en salud, cómo conectar con los ancianos, herramientas lúdicas para profesionales de la salud, yoga de la risa e intervención breve intensiva, una técnica psicoterapéutica del payaso de hospital en pacientes con enfermedades crónicas, a cargo del santiaguero Eduardo Montoya Pérez.
En la jornada final se realizará el panel Retos para la institucionalización de la actividad de payas@s terapéuticos en Cuba, con representantes de los ministerios de Salud Pública y Cultura.