Manejaba la guagüita blanca por la avenida Boyeros. A la altura de la Terminal de Ómnibus entró la primera llamada. Cogió el celular y empezó a manejar con la zurda. Los reclamos del otro lado de la línea lo hicieron molestar un poco.

Las otras llamadas llegaron cerca de la Facultad de Artes y Letras, el Calixto García y en el muy congestionado semáforo de 23 y L. En todo ese trayecto, se molestó, discutió, dio un frenazo y siguió protestando, ya en modo de monólogo, hasta el final del viaje.

¿Por qué el relato? No satisfechos con las diversas causas de los accidentes de tránsito –con niveles alarmantes en número de siniestros, lesionados y fallecidos, aun si decrecieran-, las nuevas tecnologías, usadas indiscriminadamente, añaden nuevos riesgos en la vía.

De acuerdo con algunos estudios internacionales, en los últimos años es creciente la cifra de quienes usan los teléfonos móviles durante la conducción de vehículos, que al provocar distracción reducen la capacidad de frenado y la atención hacia las señales de tránsito en la vía.

Valdría entonces que los avezados en producción de aplicaciones, trajeran a nuestra realidad una especial para los conductores, que a los cinco o seis timbrazos, respondiera: “Hola, por favor, no insista ahora, estoy manejando”.

En un mundo con aplicaciones digitales para todos los usos, es muy probable que algo así ya exista. En cualquier caso, esté o aparezca pronto, sería recomendable ponerla al alcance de todos de manera gratuita.

Tal vez con esa alerta de voz se le resten posibilidades a una de las causas más comunes de accidentes en el país: no prestar debida atención a la conducción de vehículos. Tal vez de esa manera, el conductor del relato no tendría que repetir uno de sus comentarios más airados: “un día de estos, me van a hacer chocar”.

De paso, podrían instarla también a peatones que andan por la vía ajenos al mundo, poniendo en riesgo su vida y la libertad de los conductores.