Uno de los regalos más útiles que guardo, me lo hizo mi amigo Esteban hace una década. Es una pequeña pesa manual, que cargo casi siempre que salgo de compras. Sirve para evitar estafas o desaciertos en mercados que aún exhiben básculas antiquísimas donde empleados o vendedores actúan como verdaderos prestidigitadores, moviendo, quitando y poniendo piezas de contrapeso.
Sí. A los elevados precios actuales de los alimentos, hay que añadir el actuar de quienes, a toda costa y a todo costo, buscan llenar sus bolsillos sin piedad con los consumidores.
Ante las limitaciones económicas que nos ha impuesto esta vida, demasiado cerca del país que más daño nos causa, cada cubano aprende desde temprana edad a pesar con los ojos, o a darle unas palmaditas a la mercancía encima de las manos y pronosticar cuántas libras tiene.
Pero a esas habilidades hay que contraponer otras adquiridas por quienes están del otro lado del mostrador y mueven la balanza hacia un lado u otro, o cuando la báscula marca la cantidad indicada, le quitan de pronto un cucharón al producto e inmediatamente lo depositan en la jaba.
¿Acaso se trata de una beligerancia?, ¿habrá que llegar angustiado a casa cada vez que alguien sale a comprar viandas, hortalizas, frutas, granos o cárnicos?, ¿dónde quedó aquella Ley de protección al consumidor que tanto difundimos hace meses y de la que hoy parecen olvidarse muchos?
A cualquiera se le oprime el corazón cuando somos testigos de cómo personas de la tercera edad son despojadas de algunos pesos de más en cualquier mercado, no vale la pena especificar lugares, porque el mal está generalizado.
Un ejemplo que habla de la verdadera moralidad de los cubanos: Hace pocas semanas fui a una de las “boutiques del agro” de La Habana, el mercado ubicado en 19 y B, en el Vedado, y donde –por cierto– hoy los precios son muy similares a los de cualquier otra unidad. Pero lo que a este reportero le hizo meditar que no todo está perdido, fue cuando el carnicero llamó a una persona mayor que le acababa de entregar varios billetes… y le devolvió 40 pesos. Con una sonrisa le dijo: “Parece que como son nuevos, se te pegaron y me pagaste de más”.
Ver además:
La situación de los precios es algo verdaderamente agobiante, todos están subiéndo precios, no importa la calidad y nadie lo controla. En los agros estatales no hay casi nada que comprar, por lo menos de lo que más necesita la población, y en los llamados de oferta y demanda, más abastecidos, ¿por qué? Además de lo elevado de estos precios, está su calidad, da los mismo que sean malangas que malanguitas, ademas con más tierra y suciedades que el tubérculo, igual ocho pesos; las cebollitas, mas chiquitas que las que se cogen para encurtir, igual 30 pesos. Ayer día 9 fui a comprar una bolsa de pan de 10 pesos en J y 15, al fin aparecieron, después de tantas críticas y justificaciones, ahora son 11 pesos, un peso por la jaba, ¿por que subieron? si hasta ahora eran 10, ¿por qué un peso la jaba, si por el mercado estatal se venden a 50 centavos. ¿Acaso no es obligación del vendedor entregar los productos envasados?. El comercio en Cuba, que mal está, el cliente no es lo primero, lo primero son los intereses y el enriquecimiento de los vendedores. !Hasta cuando!.
100 % de acuerdo con usted. Veremos qué pasa y
Hola!! Aplausos para ese carnicero que devolvió el dinero! Un rayo de esperanza para los desesperanzados. Si, existen buenas personas aunque tristemente lo generalizado es el robo y la ley de la selva. Lo de las pesas es una realidad penosa y ante lo cual me siento muy indefensa, tendría que estar disgustada siempre... incluso he reclamado y te agreden como si tú los ofendieras a ellos por no dejarlos robar alegremente. Siempre deseando un mañana mejor!!!
Y cómo sufrimos abuelas y madres, también los padres, al tener bebés en casa que su comida debe ser solo con especies naturales, por Dios ya no sabemos que inventar, orégano de la tierra, albahaca, romero, porque lo que es cebolla, ajo y ají, Perdónnnnnnnn, entre otras cosas porque de frutas y vegetales nadaaaaa
El tema del precio mas la trampa son los peores enemigos que tenemos los cubanos, la trampa está en todos los lugares y la mayoría de las veces el mismo estado propicia y facilita el robo, en el mercado agropecuario estatal La palma se reparó hace muy pocos años y se colocaron pesas nuevas digitales, estas mostraban el peso en kilogramos y todos los precios de los productos se ofertaban en libras, propiciando que entre tantas conversiones y multiplicaciones siempre el cliente tenía las de perder, ahora sumado a este problema han retirado los productos del alcance de los clientes y estos los escoge el vendedor y se aprovecha de poner lo bueno, lo regular y lo malo, gana el mercado pues hay menos merma y como siempre perdemos los clientes que cada vez nos respetan menos.
Piensen em esto. Es criterio de no pocas personas que la resolusion del gobierno lo que hizo fue legalizar el abuso ademas nadie controla con efectividad las violaciones que se cometen de forma generalizada. El pueblo pide que se le proteja ante los inescrupulosos que mo tienen el mad minimo pudor para esquilmar a sus propios compatriotas.Para eso esta el gobierno rrvolucionario.