"No son nuestras habilidades las que muestran cómo somos,

sino nuestras elecciones”

(Albus Dumbledore, personaje de Harry Potter)

Después del colapso de las tiendas virtuales (Tuenvío) -generado por la avalancha de la demanda en medio del aislamiento social-, surge un nuevo desafío: usted accede a la tienda (1er. nivel), selecciona el “combo”, coloca el producto en la cesta (2do. nivel) y cuando va a pagar, queda fuera del juego (3er. nivel); o sea, usted no ha comprado nada, pero en el registro de sus operaciones queda el dispositivo móvil utilizado y la incertidumbre de convertirse en protagonista de la odisea de las tiendas virtuales.

Foto: Captura de pantalla

Con la misma intensidad de quien enfrenta un complicado video-juego, debe comprobar cada paso antes de pasar a otro nivel, lograr acceder a la tienda, pagar y cuando el llamado combo llega a sus manos no está completo, o sea, los artículos pretendidos no existen y la decepción vuelve a cubrir su rostro. Por supuesto, las experiencias varían de acuerdo con las tiendas y la capacidad de algunos clientes para completar el trámite, e incluso recibir en tiempo récord el producto adquirido.

El tema vuelve con intensidad a las redes sociales, donde las interrogantes se cruzan en busca de una respuesta que coloque en línea directa las herramientas virtuales de las tiendas para lograr el funcionamiento de este servicio tan necesario, cada vez más imprescindible, en correspondencia con el desarrollo y los beneficios de esta opción comercial.

En varios sitios en Internet se especifica que ante cualquier problema se debe contactar directamente con la corporación Cimex. Ahora las dificultades se concentran en el acceso virtual y concreción de las compras. Deberían ofrecer al cliente la posibilidad de no hacerles perder el tiempo.