Por estos tiempos la dependencia de equipos tecnológicos resulta imprescindible para mantenerse “conectado” a la dinámica de la vida. Por lo cual resulta un nuevo problema enfrentar el momento en que dejan de funcionar y la reposición nos coloca en el “laberinto del minotauro”, al comprobar que el bolsillo no responde a los precios de una verdadera red de talleres por cuenta propia extendidas por la ciudad.
No se trata de arremeter contra estos servicios particulares, donde la calidad ni siquiera es cuestionada porque saben que enfrentan una competencia de un mercado ávido de clientes y conocedor, precisamente, de las marcas, partes y piezas que tienen un alta demanda y circulación en el país; de ahí que importan muchos de estos recursos utilizados en la reposición de forma inteligente y con una mirada en perspectiva de rivalizar por la exclusividad.
Es cierto que, desde hace un tiempo, se habla del “apagón analógico” y la entrada a la programación digital es uno de los propósitos en los cuales se trabaja fuertemente por la parte estatal, lo cual implica una importante inversión tecnológica. Incluso la venta de las tiendas de recaudación de divisas ha fomentado la posibilidad de adquirir los televisores y con ellos, en el caso de los capitalinos, tener acceso a una variada e interesante programación que incluye las propuestas del Canal Habana.
Sin embargo, la oferta de recambio de la pantalla de televisores del tipo LCDg o LED, no está prevista en los talleres estatales (bajo la firma de Copextel). Cuando dejan de funcionar, la consulta del costo por el recambio, ofrecida por los cuentapropistas, estremece el bolsillo y nos hacen pensar en la necesidad de venderlo como pieza de repuesto por menos de 50 CUC o conseguir los 230 para volver a disfrutar la programación variada.
De niño me compraba mi madrina en las tiendas carritos por 5 y 10 centavos. El mercado se ajustaba. Hoy nos exige la vida que nos ajustemos al mercado. Se habla de mercado y muy poco se valora al consumidor, que sera lo que se espera en esas manifestaciones de comercio?
Tienes razón, solo que la cuestión es resolver esos problemas en correspondencia con los derechos del consumidor. Gracias por compartir su criterio.