El proceso de elegir los cargos de Gobernador y Vicegobernadora, en La Habana, resultó una muestra de legitimidad del ejercicio democrático del derecho, después de una votación que posibilitó responsabilizar en esos cargos a dos compañeros reconocidos por su larga y eficiente trayectoria en diferentes cargos y ambos diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular, como establece el precepto de la Constitución de la República de Cuba.

El ingeniero agroindustrial y máster en dirección Reinaldo García Zapata, miembro del Comité Central del Partido y actual presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular en la capital asumirá como Gobernador, mientras la Doctora en Ciencias de la Educación Yanet Hernández Pérez, directora general en el Ministerio de Educación, Vicegobernadora. Ambos tienen la preparación imprescindible que requiere la funcionalidad de una administración pública que permita sostener el desarrollo de la economía y los servicios en una provincia que a su vez debe convertirse en la locomotora que empuje una gran parte de todo el país.

Lo anterior no es una afirmación exagerada, si tenemos en cuenta el acelerado avance de La Habana en los dos últimos años de la actual década y el crecimiento de las expectativas de solvencia económica doméstica de más de dos millones de personas que disfrutan los beneficios de grandes inversiones de capitales en función de la distribución de energía eléctrica con la calidad necesaria, incluso, en medio de condiciones meteorológicas adversas, la pavimentación de calles y avenidas, el suministro de agua potable a niveles que no se habían logrado en muchos años, el resurgimiento de la industria conservera local, a partir del fortalecimiento de las producciones de la agricultura urbana y suburbana, por citar algunos ejemplos.

La nueva estructura del Gobierno tiene ante sí uno de los mayores retos: erradicar las vulnerabilidades financieras, generadas por los adeudos entre empresas, y posibilitar una mayor fluidez del circulante a partir de la aplicación de medidas que permitan accionar de inmediato en la erradicación de las fallas que posibiliten las evasiones fiscales y acelerar la inserción de otros servicios, a partir de una gestión económica eficiente en sectores como el transporte, el turismo y estimular las capacidades de generar valor agregado en la convocatoria de las instituciones del conocimiento (universidades presentes en el territorio, entre otros) en función del desarrollo local y de la provincia.

Perfeccionar el trabajo del gobierno es una cuestión imprescindible en medio de las necesidades del país de continuar el camino elegido por los cubanos de construir una sociedad garante de los derechos de los ciudadanos y alcanzar la soberanía económica al colocar todo el caudal de conocimientos e inteligencia acumulado durante años de consolidación de un sistema de educación, cada vez más fortalecido y generador de profesionales en todas las áreas del saber, capaz de sostener la continuidad de planes como la investigación científica, de la industria, energía, producción de alimentos, de los servicios, y hacer frente al genocida bloqueo impuesto por las diferentes administraciones del gobierno de los Estados Unidos, sin renunciar a la capacidad de defender y sostener la unidad del pueblo como esencia de la voluntad política del Estado cubano para avanzar en función de estos propósito.