“Eso no se hace…”
O. Prudencio.

Foto: Francisco Blanco

Se ha convertido en un verdadero reto para el tránsito vehicular, la circulación de coches para bebés en calles y avenidas. Es cierto que las aceras, en mal estado, y la posibilidad de ser blanco de cualquier objeto lanzado desde balcones o ventanas, ha condicionado el movimiento de peatones sobre la vía, pero he observado a muchos padres empujar los carritos en lugares extremadamente peligrosos como Paseo, Ayestarán, Salvador Allende (antigua Carlos III)…, a pesar del buen estado de las vías peatonales.

La imagen que comparto en la ilustración de Francisco Blanco no es exagerada, aunque tenga el propósito de hacernos reír, mientras reflexionamos, en un asunto muy serio como para dedicarle unas líneas de nuestra página de opinión, especialmente cuando algunos familiares no toman verdadera conciencia de la función de esos límites llamados andenes y la distancia que existe desde las primeras ruedas del coche de bebés hasta los brazos de quienes empujan, casi un metro.

Es bueno recordar que la Ley 109 no es exclusiva para los conductores de vehículos y mucho menos excluyente de la responsabilidad compartida de todos los usuarios de la vía. Por esa razón insisto en una práctica que no debe convertirse en costumbre bajo ninguna circunstancia. Lamentablemente los malos ejemplos se mueven sobre el asfalto, mientras usted lee este comentario.