Nadie sabe quién las puso allí ni cómo llegaron a distintas partes de la capital… Lo importante ahora, es que hay que cuidarlas y respetar su entorno, no solo porque son lindas, sino por su mensaje:
¿Sabes que una ardilla solo encuentra un 10% de la comida que esconde y entierra? Y gracias a ello, nacen nuevos árboles cada año en los bosques…Por ende, las ardillas tendrán mucho más alimento en el futuro, un claro mensaje de que todo sucede por algo, aunque en un principio no entendamos el por qué…!!!
(Tomado del perfil de Facebook de Mildred Legra Colon)
Ver además:
Las he visto en el bosque de La Habana,en el Husillo hay muchas,desde hace años las cazan y venden,el ser humano acaba con todo,en el caballo blanco proliferaron jutias en un bosquecito,hasta que alguien las vio y no pararon hasta exterminarlas a palos,tirapiedras.
Buenas noches, disculpen, tengo casi 60 años y las estoy viendo desde pequeño, primero alrededor del Zoológico de 26 y después por toda la Habana, en el parque Almendares te sientas un ratico mirando a los árboles y las vas a ver correteando por ellos
He visto ardillas en los entornos del Instituto Finlay y del Complejo de tiendas El Pedregal por la avenida donde estaba en antiguo museo del aire,es un lugar que aunque existe allí ahora todo un complejo de edificios es relativamente tranquilo ,también allí vi "Pájaros carpinteros" y en el "Pedregal" a menudo llegan Cotorras. Creo que sería buena idea que los escolares y jóvenes del lugar se preocupara por conservar lo que queda de la fauna y la flora del lugar ,hacer círculos de interés y fomentar la investigacion.
Estudié en el Instituto Superior de Arte y trabajo muy cerca, en la Escuela Nacional de Artes y siempre las he visto. Recuerdo también, en la pizzería El Bosque, que se encuentra en Nuevo Vedado, pude reconocer algunas de ese tipo. Es decir, no me parece una novedad el artículo. De todas formas, quizás haya algunos que no han tenido la posibilidad de poder verlas.
Excelente noticia para la Habana, existen en muchas ciudades y no conozco quién no las quiera y disfrute verlas en parques o vecindarios; son muy alegres y nada de preocuparse sinceramente por los frutales.