En días recientes, hubo una avalancha de aguacate en el agro donde compro normalmente. En dos días, todos estaban maduros, y, pasados dos días más, podridos.
He visto que sucede con frecuencia en los agros, donde los directivos de los mismos prefieren que se les pudrán los productos antes de bajarles el precio.
Hasta cuándo tenemos que permitir que esto suceda a la vista de todos sin que se tomen medidas al respecto.
Es que acaso el administrador de una dependencia, en este caso estatal, no tiene facultades para intervenir y bajarles los precios a productos que se están deteriorando.
El caso que analizo en cuestión, el aguacate, a 50 pesos la libra, prefieren desecharlo antes de bajarles el precio para que la población lo consuma.
Hasta cuándo hay que permitir que productos que llegan a dicho lugar se deterioren sin existir un mecanismo, que me imagino exista, donde su precio varíe según la calidad y durabilidad del mismo.
Cuando pasée por el costado de dicho agro, vi, lamentablemente, cajas llenas del producto podridos por la sencilla razón de los precios.
¿Es correcta esta medida? ¿No hay una autoridad que verifique que esto no ocurra?
Esperamos que cosas como estas no sucedan más y que la población pueda disfrutar de productos que tanto trabajo cuesta producirlos, para que después por negligencia de alguien se pierdan.
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Ahhh pero que distinto sería si las autoridades competentes cumplieran su cometido y se aplicaran todas esas normas tan bellas en papel pero inoperante en la práctica como la política de comercialización de estos productos que han resultado en un fiasco escandaloso aprovechado por estos actores para hacer cosas como la que usted describe valientemente en su artículo y que son del conocimiento general, pero esto no se discute en las reuniones municipales provinciales de quién corresponda como el tema del transporte o de la higiene de la ciudad o se lucha contra este mal como contra coleros, revendedores o los precios abusivos, porque no se le da el valor a la alimentación como problema de seguridad nacional y a todos esos administrativos y demás que se convierten en cómplice por dejarlos hacer se les aplica el peso de la ley penal y se les da tratamiento de delitos a las acciones o decisiones que realizan o toman sin consideración, pero no, seguimos poniéndoles multicas como la curita en la muela para ir tirando, mientras las pérdidas económicas continúan que al final Liborio paga.