Quienes peinamos canas, recordaremos con agrado la excelencia de una de las mejores pizzerías existentes en la capital: El Mónaco.
Se destacaba, además de por la belleza de su salón, por su exquisita atención, así como por su variedad y calidad de productos, al punto que estos tenían un precio un poco superior que el resto de las entidades.
Con la llegada de la década de los 90 cerró sus puertas, al igual que muchas unidades. A partir de ahí, se hicieron algunos esfuerzos por rescatarla, llegando a ser un restaurante vegetariano sin éxito alguno.
Hace cerca de unos cinco años, cuando se comenzó un proceso de restauración de pizzerías emblemáticas en la capital, reabrió sus puertas; pero como “árbol que nace torcido”, al llegar el mediodía siempre faltaban productos (lasañas, canelones, diversos tipos de bebidas, etc.), además de que la calidad y variedad de sus ofertas dejaban que desear.
Al final tuvo que cerrar y hoy es solo un local más en el entramado centro comercial que es la zona del Mónaco. ¿Por qué se ha dejado que un lugar como este haya llegado a tal extremo?
Esperamos alguna respuesta respecto a tan afamada unidad.
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Hace cinco o seis años iba con frecuencia y no era de excelencia pero estaba bien.Lamento mucho que haya cerrado
A cuántos como a UD nos ocurre lo mismo. Todo en franco deterioro allí en el Mónaco, lugar populoso, pero a la vez con locales y ofertas que antaño eran de excelencia; hoy en día en decadencia total.
Yo vivo aquí en este barrio hace 50 años y no teníamos necesidad de irnos de la zona para disfrutar de un parque un buen cine ,un buen Minimax una buena tienda y una sabrosa pizza sin embargo hoy día da vergüenza como todo se fue deteriorando y ninguno de estos sitios cumple con su objeto social por no decir que dan pena sin contar la falta de higiene de toda la zona y creo que la subgetividad es lo que ha primado y que a nadie de los que tienen que velar por esto le ha interesado que el Mónaco tenga el mismo brillo que en aquellos momentos ,da tristeza y dolor ojalá alguien rescate lo que un día fue y si será
Y qué decir de los cines de la zona, donde había muchísimos incluido el del Mónaco no queda uno. El último en cerrar al parecer para siempre fue el Alameda. Los periféricos no podemos ver películas en el cine.
Empieza con un tomacorrientes que no funciona, un baño q se tupé, un poco de repello de pared q se cae y así hasta que el lugar ya no sirve. No sé por qué las administraciones dejan que los lugares caigan en ese deterioro, a veces es solo pintar y ya da otro aire. Tienen que pensar como si fuera su casa, pero eso no se logra a menudo.