
Llama la atención, a la vez que preocupa a la comunidad, un grupo de asuntos pendientes por resolver, los cuales vienen dañando la imagen e higiene en determinadas localidades.
Por estos meses se acometió un arduo trabajo de apertura de zanjas por parte de trabajadores de CUPET, quienes en condiciones complejas con temperaturas bien altas hicieron su labor ubicando tuberías nuevas dispuestas a lo largo de decenas de calles, parte de estas situadas en el municipio de Cerro.
La tarea conllevó la extracción de una gran cantidad de tierra del interior de las zanjas y su reubicación en el entorno. Posteriormente, factores encargados del cierre de estas comenzaron a sellar y asfaltar la zona. Sin embargo, quedaron en algunos puntos, generalmente ubicados entre el Consejo Popular Cerro y Latinoamericano, huecos que hoy están llenos de agua y desechos con presencia de tuberías filtrando por esos conductos.

A consecuencia de ello puede constatarse cómo se dificulta el tránsito de vehículos y peatones en los puntos más acentuados con esta problemática. Calles como Mariano, Domínguez, áreas de Clavel, y otras arterias internas que colindan con el tránsito entre Pedro Pérez y Tulipán sufren un notable deterioro, sobre todo las primeras mencionadas, muy golpedas por el fango y las aberturas cubiertas de agua, aún más cuando hay precipitaciones.
Esta situación crea un ambiente complicado para el paso de los adultos mayores y personas con discapacidad que precisan de acudir a ese punto donde están ubicados la panadería y carnicería de la comunidad, además de ser una calle de acceso directo al Centro Multicultural La Llave.
Resulta comprensible que muchas vías en la ciudad presentan afectaciones por las carencias de mantenimiento asociadas a la escacez de recursos que objetivamente impone el bloqueo económico, comercial y financiero lo cual no permite asumir medios requeridos para todas las repaciones necesarias al mismo tiempo. Por ello hay que redoblar la atención ante nuevas construcciones previstas sobre vías de circulación que son también objetivos sociales.
Inversiones en infraestructura para mejorar las condiciones de los servicios en residenciales e instituciones estatales u otras entidades que tributan al desarrollo y bienestar de la sociedad, son importantes e imprescindibles. No obstante a estar ajustado a un programa integral de ejecución, debe tenerse en cuenta que la población en los lugares donde esas obras se ejecuten tenga la información oportuna para que pueda sentir satisfacción por el proyecto y lo asuma como beneficios para la economía y también para quienes cohabitan esas áreas densamente pobladas.
En algunos lugares esa problemática se agrava con la presencia de microverteros alrededor de esas obras causados en gran medida por actos de indisciplina social como los acontecidos, recientemente, en uno de los parques de esa localidad conocido por el nombre de la calle “Piñera”. Y precisamente en ese sitio de esparcimiento de las familias y niños del entorno se han suscitado también actos vandálicos que van desde destrucción de muros de contención del área infantil, hasta el hurto con violencia de bancos que estaban cementados al suelo.
Lamentablemente estos hechos se observan en otros territorios, en unos con mayor o menor incidencia, lo cual precisa de apremiantes medidas que pongan freno a estos actos destructivos en los que participan, no solo personas inescrupulosas o de escasa educación formal, sino que además esas acciones son caldo de cultivo para delincuentes que no respetan la propiedad social. Quizás debía valorarse por autoridades competentes el retomar custodios, guardaparques, compañeros designados por Servicios Comunales para protección, u otras alternativas que erradiquen estos desagradables sucesos.
Algo que no es habitual, pero que viene suscitándose en los últimos tiempos es la profunda oscuridad de esas calles en horas nocturnas, lo cual incluye ese emblemático parque el cual además cuenta con wiffi, servicio afectado de noche por falta de iluminación total. Hay plena consciencia de la situación energética, pero quizás pueda intercalarse alguna que otra bombilla en complejos lugares como estos, para no facilitar a los vándalos, sus lacerantes acciones.
Seguir concientizando en escuelas y centros de trabajo sobre lo indispensable que resulta mantener la higiene en los barrios, combatir a los irresponsables que ubican desechos sólidos fuera de los contenedores, cuidar de las áreas verdes y de estar para el descanso y esparcimiento de las familias, continúa siendo una tarea priorizada, reiterada, y de continua revisión en cada localidad.
Preservar la imagen de nuestros barrios es deber de todas las instituciones correspondientes en ellos enclavados y también de los residentes que tienen que salvaguardar aquellos servicios puestos a su disposición, a pesar de las insuficiencias en la disponibilidad de recursos existentes.
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Es parte de la chapuceria a la que nos hemos acostumbrado en los últimos años . Ni se culminaron los trabajos con calidad ni el intendente ni el delegado de circunscripción han jugado su papel denunciando a todos los niveles el mal trabajo de todos los factores que tuvieron que ver con esta inversión que sin lugar a dudas resolvió algún problema pero al final creo dos o tres más . La fotografía del artículo habla por sí sola y estoy convencido que la periodista pudo haber tirado unas cuántas fotos más .