
Marianao es un territorio heroico y revolucionario, de tradiciones patrióticas paradigmáticas, de larga data. Pongamos un ejemplo muy significativo, a tono con los días que corren: Si bien es cierto que, aun cuando el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes – sin lugar a dudas de los acontecimientos históricos más sobresalientes a lo largo de las contiendas cubanas por la independencia- tuvieron lugar en el oriente, La Habana de entonces (26 de julio de 1953) fue el escenario de los preparativos, y como parte de la provincia, la contribución de la mencionada comarca del oeste capitalino, donde en 1911, fuera creado el primer barrio obrero en la Isla (Pogolotti), fue significativa.
No vamos a entrar en detalles relacionados con el rol que le tocó a la capital en los acontecimientos que ocurrieron en Santiago de Cuba y Bayamo, el 26 de julio de 1953. Se sabe. En predios capitalinos Fidel se hizo revolucionario y pensó y fraguó las acciones que se desarrollaron en lo que hoy se conoce como el Día de la Rebeldía Nacional.
Entre casas natales o donde vivieron en algún momento después, algunos de los asaltantes, sitios de reunión o contacto, sitios de entrenamiento, armerías en las cuales adquirieron armas, y los puntos de partida, aquí en predios habaneros han sido identificados 130 sitios vinculados con los héroes y mártires de aquella clarinada.
Y Marianao sobresale por el aporte humano. De los 27 asaltantes que nacieron y crecieron en predios de La Habana de hoy, al menos 10 lo hicieron en el Marianao de aquella época: Agustín Díaz Cartaya, autor del Himno de la Libertad, hoy del 26 de julio; José Testa Zaragoza, Miguel Ángel Oramas Alfonso, Antonio (Ñico) López Fernández, Pedro Marrero Aizpurúa, Pedro Véliz Hernández, Rolando San Román de la Llama, los hermanos Manuel y Virginio Gómez Reyes, y Juan Manuel Márquez, médico del Movimiento, quien luego fuera designado por su líder, el joven abogado Fidel Castro, segundo al mando de la expedición del yate Granma, y mártir insignia de la localidad.
Sin la condición de hijos naturales del territorio también hubo otros, como Fernando Chenard Piña, Girardo Córdova Cardín, Andrés García Díaz y Hugo Camejo, (jefe de la célula del reparto Coco Solo y asimismo del grupo que intentó tomar la fortaleza de Bayamo), que, o bien porque por esa época residían en la localidad o se vincularon a la célula propia del lugar, pueden ser considerados moncadistas marianenses.
Marianao también atesora lugares que brillan con la luminosidad del Día de la Rebeldía. La esquina formada por la intersección de la avenida 53, esquina 56 (La Ceiba) fue un punto de contacto, desde donde posteriormente partieron a la acción, los revolucionarios Fernando Chenard Piña, Pedro Marrero Aizpurúa, Giraldo Córdova Cardín, los hermanos Manuel y Virginio Gómez Reyes y Miguel Ángel Oramas Alfonso.
En la casa de Hugo Camejo, ubicada 134 y 43, en múltiples ocasiones, Fidel se reunió con integrantes del Movimiento. Aquí guardaban propaganda y uniformes, que serían empleados llegada la hora cero. Fue allí donde, según el propio Díaz Cartaya contara al diario Granma, diera a conocer y entonara la Marcha de la Libertad, nombre que quedara aprobado en esa reunión, efectuada el 23 de julio, a unos días de la partida hacia territorio oriental.
Integran la lista de icónicos sitios, el referencial Cefé Raúl, que lo eran tanto, al punto de que ya no existe y el lugar de su ubicación mantiene la condición de punto de encuentros y citas, con el mismo nombre.
El establecimiento, ubicado en Calzada Real y Avenida 51, esquina a 34, era frecuentado Hugo Camejo Valdés, Pablo Agüero Guedes, Rafael Freyre Torres, Luciano González Camejo, Ángelo de la Guarda Guerra, Lázaro Hernández Arroyo, Rolando San Román de la Llana, José Testa Zaragoza y Pedro Véliz Hernández, integrantes de la célula de Coco Solo. Algunos lo eligieron como punto de partida para el viaje hacia la Granjita Siboney.
Con toda justicia, los estudiosos han incluido en la referencia a la entonces llamada lomita de San Eloy (esquina de 134 y 51, próximo al Puente de La Lisa), donde se levantaba la morada de Raúl, el dueño del renombrado café. El 24 de julio de 1953, un auto de alquiler, conducido por Pedro Celestino trasladó hacia el este de la Isla a jóvenes revolucionarios, que tan solo dos jornadas después volvieron a poner en marcha el reloj de la historia, que en Cuba llevaba mucho tiempo detenido.
Ver además:
Gracias por las referencias históricas sobre Marianao; referencias necesarias por estos días.