
Rondaba la media mañana del 28 de junio último, cuando escribí en Facebook: Una sola cajera trabajó en las primeras horas de este martes en el céntrico Banco Metropolitano de 23 y J, para atender todos los servicios, que brindan OCHO ventanillas.
"Hay problemas con el transporte público para que lleguen los trabajadores", dice la recepcionista... Y es cierto, las dificultades en el país son reales, pero por encima de ellas deben prevalecer la responsabilidad y el respeto al cliente, por parte de las administraciones de las unidades, convocadas a encontrar soluciones.
Hasta aquí la publicación que fue replicada por algunos órganos de prensa y provocó comentarios de lectores y cibernautas.
Quiero detenerme en uno de ellos, que por ética y como lo recibí por vías privadas sólo mencionaré que fue enviado por el usuario Pérez, quien refutó: “Le invito a que en vez de criticar la ausencia de los trabajadores en las sucursales bancarias investigue sobre las necesidades de los que trabajamos, apenas sin transporte, madrugando, casi sin iluminación, sin papel, ni bolígrafos, ni tinta, sin insumos de oficina de ningún tipo y con mil carencias e inventando para poder hacer nuestro trabajo. Y aún así intentando resolver los problemas de los clientes pese a su estrés y mala forma.
La respuesta que le envié a Pérez, la hago pública, sobre todo porque es frecuente escuchar esa frase de “intentando resolver los problemas de los clientes pese a su estrés y mala forma”.
Esas necesidades de que habla, la padecemos casi todos los trabajadores cubanos en medio de la crisis actual. ¿Se imagina que cuando llegue al hospital le digan que de ocho consultas sólo funciona una porque los demás médicos no llegaron debido al transporte, o que en nuestras emisoras en el espacio de noticias le pongamos música porque periodistas y realizadores no llegaron a tiempo? Carencias tenemos, pero por encima de ellas deben prevalecer la responsabilidad, respeto al público y disciplina, que siempre caracterizaron a los trabajadores bancarios.
Cuando me tocó el turno de entrar vi cómo conversaban animadamente tres especialistas con uniformes en un rincón de la sucursal, mientras una sola muchacha estaba en la caja atendiendo a los clientes, otra aceleraba su entrada y las demás estaban ocupadas en sus puestos. Si tienen otros problemas de funcionamiento interno, quéjese, reclame, exija y resuélvalos... pero nada justifica la indisciplina.
Al despedirme acoté al interlocutor que siempre se comunicó de forma respetuosa: “Usted no resuelve ningún problema al cliente. Somos los clientes quienes garantizamos que Usted tenga trabajo”.
A ello agrego: el día que comprendamos el valor de las palabras “brindar servicios, atender, proteger al consumidor”, seremos mejores servidores públicos, mejores gastronómicos, comerciantes, transportistas… y seres humanos.
Ver además:
Es triste pero esto se repite en todos los lugares de servicio, si vas a una tienda da igual la moneda ves lo mismo. No sé cuántas críticas harán falta para que los responsable vean que el cubano es un cliente no un simple consumidor encerrado. Ojalá 1uw no haga falta algo más para tomar accion
Pero volvemos a lo mismo compañero periodista. Esa situación está extendida a todos los sectores y si usted va al hospital, le dicen que el médico no ha llegado a su consulta porque no hay transporte o si llega no tiene donde ni con qué escribir. Eso para nadie es nuevo y ni siquiera las administraciones tienen como responder a eso porque no tienen recursos. Con su publicación lo que si ha hecho es lastimar creo el sentimiento del trabajador bancario ya que no todos se comportan de la misma manera y son los que les han ido contestando sus comentarios. Si usted ha sufrido en carne propia un maltrato en este sector estoy segura que tiene mejores armas con su potestad de ciudadano y reclamar como le corresponde en la propia sucursal. Usar su medio de trabajo para crear polémica dentro de la ya triste situación que vivimos es echarle más leña al fuego y machacarnos nosotros mismos. Hay gente de mucha vergüenza y que le gusta hacer bien su trabajo. No le escribo al privado sino al público. Usted decide si me publica.
Estimado Ricardo Gómez lamentamos que haya tenido una experiencia negativa en una de nuestras sucursales. Ante una situación como la que refiere siempre le recomendamos a nuestros clientes solicite la presencia de un directivo en la propia oficina bancaria. Tiene usted a su disposición otros canales por los cuales podemos atenderlo de manera inmediata. Nos encontramos en Telegram y Facebook: @Banmet.cuba o por el correo clientes@banmet.cu. Será un placer atenderlo.
Nada absolutamente nada justifica el mal trabajo y atencion al publico que como bien dice es algo que lamentablemente esta generalizado en nuestra sociedad. y si alguien del sector se toma el trabajo de responder para justificar con las carencias que casi todos padecemos a diario es tan mal trabajador como el del ejemplo. Quien tiene verguenza jamas justificara esas actitudes. y los directivos estan en para ver que no pasen estas cosas muchas gracias