Foto: Unicef Cuba

La familia es el lugar donde se supone que habríamos de encontrar protección y seguridad. Debe ser el sitio ideal para forjar valores que contribuyan a convivir con respeto, armonía y amor. 

A fin de crear conciencia sobre el papel fundamental de las familias en la educación de los hijos desde la primera infancia, y las oportunidades de aprendizaje permanente que existen para los infantes, adolescentes y jóvenes, cada 15 de mayo se conmemora el Día Internacional de la Familia. Además, para promover la concienciación y el conocimiento de los procesos sociales, económicos y demográficos que afectan al elemento natural y fundamental de la sociedad.

Foto: Tomada de Cubasí

Cuando hablamos de familia quisiéramos imaginar a un grupo de personas felices bajo un mismo techo. Pero esto no solo se puede medir por los buenos momentos, pues su valor nace y se desarrolla cuando cada miembro respeta las diferencias generacionales, asume con responsabilidad y entusiasmo el papel que le toca desempeñar, ayudando así al bienestar, desarrollo y felicidad de cada uno de sus miembros.

Ahora que la humanidad atraviesa por la pandemia generada por la COVID-19, es una oportunidad propicia para estar más unidos, pero con responsabilidad. El cumplimiento de las medidas y restricciones sanitarias y de bioseguridad establecidas, es de vital importancia proteger a nuestra familia.

De igual manera, para que esta sea feliz es indispensable que todas las personas que la integran, aunque no tengan los mismos criterios y expectativas de la vida, compartan gustos, aficiones y se interesen los unos por los otros. Es muy importante la unidad familiar, independientemente de la crisis sanitaria y la difícil situación económica por la que estamos pasando.

Foto: Ismael Batista Ramírez

Es un momento propicio para realizar actividades de manera segura, desde la comodidad de nuestros hogares. Podemos compartir juegos, hacer ejercicios, bailar, escuchar música, leer, disfrutar de una buena película o serie, o preparar una comida en familia.

Además, podemos llamar por teléfono o conectarnos a través de las redes sociales con los familiares que están lejos de casa. Ahora lo más importante y seguro es el distanciamiento físico, sin dejar de comunicarnos y dar muestras de nuestro amor desde la distancia.

Foto: Cubadebate

Independientemente de los problemas generados por la pandemia, que son muchos e inevitables, con el paso de los años la familia ha variado con respecto a su forma tradicional, en cuanto a funciones, maneras de relacionarse, composición y rol de los padres. Estas transformaciones dependen de diversos factores sociales, culturales, económicos...

Entonces cabe preguntarse, ¿cuánto ha cambiado la familia en la actualidad y por qué?

Algunos de estos cambios tienen que ver con la modificación ocurrida a través del tiempo en el rol de la mujer, quien puede ingresar o reingresar después de haber tenido hijos al medio laboral, por lo que se enfrenta a mayores expectativas de satisfacción personal, lo cual demanda mucho apoyo y comprensión de la familia y la sociedad.

Foto: Tomada de Cubasí

Otros están relacionados con la manera en que ha influido en la formación de nuestros hijos desarrollarse mediante el uso de las nuevas tecnologías, con distintas formas de acceder a la información y al conocimiento, y novedosas maneras de establecer las relaciones interpersonales, lo que condiciona nuevos modos de contacto con la realidad social, cultural, ideológica, y otras visiones del mundo y de la vida.

Por otra parte, al hablar de la familia, muchas personas tienen una imagen idealizada y tradicional de esta, formada por la mamá, el papá y los hijos. Sin embargo, a nivel mundial las familias ya distan mucho de esta visión biparental, heterosexual, de matrimonios para toda la vida. Ahora existe una variedad de familias.

Foto: Oilda Mon

También en estos tiempos es menos frecuente que los padres nos dediquemos a tiempo completo a la crianza de nuestros hijos, pues compartimos esta tarea con otras responsabilidades y aspiraciones de realización personal y profesional. No obstante, es imprescindible hacerles saber que siempre pueden contar con nosotros, y el tiempo que le dediquemos debemos brindarle amor, respeto, comprensión, pero sin dejar de poner límites. No funciona ni el exceso de permisividad ni el autoritarismo, el cual es abuso de poder, lo que mancilla su dignidad y autoestima. 

Foto: Tomada de Prensa Latina

Es muy importante criarlos con responsabilidad, inculcarles valores, demostrarles afecto y respeto, manteniendo siempre una comunicación asertiva, es decir, expresarles de manera clara y objetiva nuestros criterios, deseos, sentimientos, sin menoscabarlos, ofenderlos o herirlos, o no valorar sus opiniones.

Hay que dialogar, intercambiar ideas, aconsejar, preguntar, y también responder a sus preguntas con sinceridad, acorde a su edad, sin intentar imponer nuestro criterio, y aunque tengamos diferentes puntos de vista, e independientemente de la composición familiar, lo importante es que prevalezca el amor, el respeto mutuo y la comprensión.

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