El Día Mundial de la Diabetes 2018, conmemorado el 14 de noviembre, tendrá como tema central: La familia y la diabetes, declarado por la Federación Internacional de Diabetes (FID), a fin de aumentar la conciencia del impacto de la enfermedad en la familia y la red de apoyo de los afectados, y promover el papel de la familia en la gestión, cuidado, prevención y educación de la diabetes.

Desde 1980 hasta la actualidad el número de personas con diabetes en el mundo casi se ha cuadruplicado, y la prevalencia, proporción de personas que sufren una enfermedad con respecto al total de la población en estudio, casi se ha duplicado, al pasar del 4,7 por ciento al 8,5 por ciento de los adultos. Esa prevalencia ha aumentado más deprisa en los países de bajos y medianos ingresos.

Se estima que a nivel mundial más de 425 millones de personas viven con diabetes. Una de cada dos personas tienen la enfermedad no diagnosticada. La mayoría son tipo 2, que en gran parte se puede prevenir mediante la actividad física regular, una dieta sana y equilibrada y la promoción de entornos de vida saludables.

Atención al paciente diabético. Foto: Miosotis Fabelo Pinares,

El diagnóstico y el tratamiento tempranos son clave para prevenir las complicaciones de la diabetes. Todas las familias se ven potencialmente afectadas por ella, por lo tanto, el conocimiento de los signos, síntomas y factores de riesgo es vital para la detección temprana.

En muchos países el costo de la inyección de insulina y el monitoreo diario pueden consumir la mitad del ingreso disponible promedio de una familia, y el acceso regular y asequible a medicamentos esenciales para la diabetes no está al alcance de todos. Por ello, es urgente mejorar esta realidad para evitar mayores costos para el individuo y la familia, que tienen un impacto en los resultados de salud.

Se ha demostrado que el apoyo familiar en el cuidado de la diabetes tiene un efecto significativo en la mejora de los resultados de salud para las personas que la padecen. Por lo tanto, es importante que todos tengan acceso a la educación y el apoyo continuo en materia de autocontrol de la enfermedad para reducir su impacto emocional, el cual puede influir negativamente en la calidad de vida.

La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce. La insulina es una hormona que regula el azúcar en la sangre. El efecto de la diabetes no controlada es la hiperglucemia, es decir, aumento del azúcar en la sangre.

Todos los tipos de diabetes pueden provocar complicaciones en diversas partes del organismo e incrementar el riesgo de muerte prematura. Además, provoca el aumento de factores de riesgo conexos, como el sobrepeso o la obesidad. Gran parte de los casos y sus complicaciones podrían prevenirse con una dieta saludable, una actividad física regular, un peso corporal normal y si se evitara el consumo de tabaco.

Los síntomas más frecuentes en la diabetes tipo 1 son orina frecuente, sed, decaimiento, picazón, pérdida de peso y aumento del apetito. En la tipo 2 los síntomas no son tan evidentes y un paciente puede ser diabético sin saberlo, lo que puede conllevar a alguna complicación, y a veces se diagnostica tardíamente por algún chequeo de rutina.

Atención al Diabético en Cuba

En nuestro país existe un programa nacional de prevención y control de la diabetes, cuya fortaleza está en la educación de la población. A pesar de no poseer los medicamentos de última generación usados por algunos pacientes en el mundo, los que hay están al alcance de todos. Además, se creó un novedoso producto que ha cambiado la vida de muchos enfermos: el Heberprot-P, desarrollado por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), considerado hasta hoy la única alternativa para prevenir la amputación de las extremidades en diabéticos con lesiones terminales.

Específicamente en la capital se fundó en 1972, el Centro de Atención al Diabético, debido al incremento de las personas con este padecimiento. Entre sus misiones principales tiene educar a pacientes y familiares, remitidos desde diferentes niveles de atención.

Tiene establecido un sistema de atención diurna, en el que ingresan 25 personas de manera ambulatoria durante una semana, con un protocolo bien establecido, donde se brindan charlas educativas sobre diversas temáticas como alimentación, ejercicios físicos, cuidado de los pies, las posibles complicaciones , y son valorados por diferentes especialistas.

Finalmente se revisa el estado de la diabetes y patologías asociadas, se ajusta el tratamiento, el paciente es dado de alta y según sus características, comorbilidades y complicaciones se remite para el nivel de atención correspondiente; los casos más complejos mantienen un seguimiento en el centro. También tiene consultas especializadas como la del pie diabético; la clínica del adolescente, generalmente con diabetes tipo 1; la de riesgo preconcepcional , para mujeres diabéticas en edad fértil y de oftalmología.

Referencias