Por iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 19 de octubre se conmemora el Día internacional de la lucha contra el cáncer de mama, a fin de crear conciencia y promover que cada vez más mujeres accedan a controles, diagnósticos y tratamientos oportunos y efectivos, pues cuando se detecta de manera precoz, disminuye un 25 por ciento la probabilidad de fallecimiento.

Constituye la segunda causa de muerte entre la población femenina y la primera en incidencia. Más específicamente la OMS estima que cada 30 segundos en algún lugar del mundo se diagnostica un cáncer de mama y cada 53 minutos una mujer muere por esta razón.

Aunque todavía se desconocen sus posibles causas, existen diversos factores de riesgo que pueden provocarla, como la genética y el historial médico familiar. Las mujeres tienen un riesgo mucho más elevado que los hombres y la posibilidad de enfermarse aumenta con la edad.

Cuando ocurre una mutación en los genes BRCA1 Y BRCA2, aumenta la probabilidad de padecer este cáncer. En un estudio genético se puede determinar si una persona heredó estos genes mutados. También es necesario conocer los antecedentes familiares de este padecimiento y de cáncer de ovario, fundamentalmente si es de primer grado como la madre o una hermana, por ambos lados de la familia.

Otro factor a tener en cuenta es que la primera menstruación aparezca antes de los 12 años, la menopausia después de los 55 años, así como, no tener hijos o tenerlos después de los 30 años.

Como principal medida de prevención se recomienda el auto examen de mamas. Si las mujeres lo realizan mensualmente, serán capaces de reconocer y estar atentas a cambios como hundimientos, venas dilatadas, contornos irregulares, cambios de color y temperatura, secreciones y/o hundimiento del pezón. Si se detecta algunas de estas alteraciones se debe consultar al médico.

A partir de los 30 años se recomienda consultar un especialista anualmente; entre los 40 y 49 años realizar una mamografía cada dos años y después de los 50 una mamografía anual. Las que presenten un tejido mamario muy denso necesitarán pruebas más precisas como resonancia magnética, ecografías y otras técnicas más modernas que permiten obtener imágenes más detalladas.

El estilo de vida es importante; se aconseja reducir al mínimo el consumo de bebidas alcohólicas, dicen que el riesgo aumenta con cada trago, con el hábito de fumar y por exponerse a radiaciones.

La obesidad después de la menopausia es otro elemento a tener en cuenta pues se producen más estrógenos, por lo que se recomienda hacer ejercicios regularmente y consumir alimentos ricos en vitaminas y minerales, tan necesarios para una buena salud.

Otra medida es amamantar a sus hijos el mayor tiempo posible. Evitar la terapia hormonal sobre todo a largo plazo. Evitar el uso prolongado de pastillas anticonceptivas; para evitar el embarazo es mejor el uso del condón y así se protege contra las enfermedades de transmisión sexual.

En Cuba, muy pocas féminas realizan un auto examen de mamas de manera regular o el chequeo con un especialista para la detección precoz, por lo que lamentablemente estamos al mismo nivel que el resto del mundo en cuanto a la prevalencia y el lugar que ocupa entre las causas de muerte.

Aunque lo ideal es la detección temprana y se realizan campañas para la prevención y control, también se dirigen esfuerzos y recursos para mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen. Tal es el caso de las mujeres diagnosticadas tardíamente y deben someterse a una Mastectomía Radical Modificada (MRM), quienes tienen la posibilidad de una reconstrucción mamaria ya sea diferida o inmediata.

El cáncer de mama se considera en la actualidad una enfermedad controlable y hasta curable. Si se detecta de manera precoz la posibilidad de sanar es mucho mayor. Por ello, es imprescindible que se tome conciencia de la necesidad de examinarse con periodicidad y acudir al especialista si se detecta alguna posible anomalía, única manera de vencer cualquier tipo de cáncer.