Si después de haber puesto a tiro de gracia a la COVID-19, Cuba y en particular La Habana, protagonizan un sorprendente rebrote, es solo porque el virus que la provoca encontró al mejor de todos sus posibles aliados: sus propias víctimas, en este caso, las personas.
Y puede que no seamos todos, es verdad, pero, auxiliado en su alta letalidad, el SARS COV-2 le sobra con la cooperación de unos pocos para convertir a muchos en blanco perfecto y a su vez en potenciales vehículos para multiplicar el contagio.
Cerradas las fronteras interprovinciales, limitada la circulación, reducida las compras al municipio de residencia, decretado el acuartelamiento domiciliario entre las siete de la noche y las cinco de la mañana, para lograr ponerle freno a la pandemia nos queda accionar más en los barrios en busca del imprescindible y profiláctico distanciamiento social, sobre todo en las colas, y apretar las clavijas a esos náufragos extemporáneos, que además de jugar con la salud y la vida propias, se arrogan el derecho de hacerlo también con la ajena.
Las soluciones a los problemas que son de todos únicamente podrán encontrarse con el concurso de todos. Frente a la CIVID, no basta con que yo cierre las puertas de la casa y el cuerpo al visitante indeseable, si los vecinos y los otros que se me puedan acercar no hacen lo mismo, como no basta los continuos llamados a la conciencia y la actuación por el orden y la disciplina, limitada a unos cuantos.

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Muy acertado tu artículo. Es necesario adentrarse en los barrios y perfeccionar el trabajo de los jefe de sectores, los delegados y los restantes factores. Hay mucha indisciplina. Y que cuando se llame al 106, la patrulla acuda. Podrian dar otros teléfonos? Estamos preocupados con los que no cumplen las medidas, pues pueden contagiarnos. Gracias
Coincido con su comentario. Solo la responsabilidad individual nos ayudará a cerrar el cerco de la pandemia. Hay que adentrarse en el horario de 7:00 pm a 5:00 am en los barrios para comprobar el cumplimiento de lo estipulado. Y sí, hay vecinos que interactuan sin cumplir con las medidas ni nasobuco ni distanciamiento.
Muy asertado el comentario pero además del llamado a la conciencia ciudadana debe haber una mayor exigencia y control de las administraciones y los organismos de control . En más de una ocasión le he tenido que exigir a los dependientes de las panaderias que no despachen el pan con las manos. Alegando los mismos (molestos además) que tienen puesto guantes. De nada vale que tengan puesto guantes si manipulan el dinero, y demás y después toman el pan con esos mismos guantes.
Estoy de acuerdo con todas las medidas pero cobsidero q deben ser mas drasticas con los transgresores ya q ellos son los culpables de este disbalance q hoy confrontamos. Salud para todos Cuba Salva Gracias
Estamos de acuerdo. ¿pero cuándo vamos a ejecutar de verdad las medidas contra los indisciplinados en los barrios, en las colas que no respetan distanciamientos?? Esos irresponsables merecen que se les apliquen las medidas establecidas!!!