En una sociedad que puja por un nuevo ordenamiento, hay que regular el derecho al silencio. Ni casas, ni establecimientos privados o estatales, tienen el mandamiento de establecer el ruido con sus nuevas tonadillas de reguetón u otro ritmo cardíaco. Hasta ahora, aun cuando existe legalmente lo estipulado para que el respeto sea una norma social, no se ejerce de forma consecuente por parte de las autoridades del gobierno. Si así fuera, lloverían las denuncias y los causantes de este daño se atendrían a las consecuencias.
Como en cada país, se debe dar a conocer el horario para fiestar, los decibeles posibles, y el respeto al derecho ajeno para establecer la paz y la concordia social. Hace unos días atrás, tuve que hablar con el encargado de La Pelota, en 23 y 12, quien accedió a bajar la música con la cual -en un establecimiento vacío- molestaba a los clientes del negocio del lado, donde yo estaba sentada intentando establecer una conversación que duraría menos que el consumo de una carísima bola de helado.
Últimamente me había refugiado para escribir en una habitación, en sentido contrario del ruido de la calle, pero –lamentablemente- me han tocado unos vecinos que ya vinieron con los oídos y el buen gusto dañados. Sociedad “a la bartolina”, sin exigir deberes y derechos ciudadanos, sin educar en el respeto, tiene un perjuicio mayor que el económico. Es una bola de nieve en el Trópico.
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Real cada día los decibeles se elevan y cada cual está de fiesta musica caldosa y gritería hasta la hora qué desea molestan agreden con su actuar a los demás
Considero que la tarea número uno en nuestro país es la disciplina, se debe exigir el cumplimiento de las normas de convivencia, es por eso que somos humanos y civilizados. Y al paso que vamos lo poco que queda se va a ir perdiendo. Yo estoy seguro que si hacen una consulta popular y establecen rangos de sanciones ejemplarizantes , más del 80 porciento va a votar a favor. Y después de eso a hacerlas cumplir. Eso las personas lo van a agradecer.
Lamentablemente el respeto al derecho ajeno se ha perdido totalmente. Vecinos que ponen música a todo volumen, inclusive abren la puerta de la vivienda para que la música "fluya" mejor. También están los que ponen la música para el barrio. Ponen el equipo de música en la calle y al máximo de volumen. Pero no es solo un problema de vecinos, no, hay entidades estatales que también incurren en esa violación. Por ejemplo, constructores que comienzan al montar o desmontar los modelos para la fundición de las paredes y pisos de un edificio a las 3 am, 5 am y 6 am, cuando a menos de 3 metros de la construción hay edificios colindantes y habitados. Alegan que ellos trabajan en ese horario y cuando nos quejamos a los directivos dicen que eso es así y que además, estamos viviendo en una zona en construcción. Cualquiera se cree en el derecho de no respetar los derechos de otros. Lo peor es que la mayoría de las veces uno no sabe a quien y como podemos denunciarlo.
Muy oportuno al articulo, muy a pesar de lo tanto que se ha hablado de un asunto en que las autoridades pertinentes no le han hecho mucho caso a pesar de la infinidad de quejas que existen sobre este tema. Es también una indisciplina el hecho de molestar a la mayoría con la música excesivamente alta, y siga sin pasar nada. Que se va a hacer al respecto? Basta ya de impunidad para casos como estos.
Hola Este ha sido mi motivo principal de estrés y cuidando una anciana durante años. Ya es de día y de noche con cualquier excusa. Por eso me he buscado enemigos,malas caras,insultos,amenazas,brujerías,etcétera. Sin palabras. Ojalá todos tomaran conciencia de este grave problema porque no todos tenemos posibilidad de insonorizar los aptos. Y a veces uno se queda solo en esta dura batalla. Muchas gracias