A quien haya vivido en el municipio de Playa, no resulta ajena la que muchos conocen como playita de 1ra. y 70. Al igual que muchos fragmentos costeros a todo lo largo de ese territorio habanero, este ha sido tradicionalmente “asaltado” por cientos de bañistas que refrescan en sus aguas los más calurosos días de verano, haciéndolo suyo.

Fue buena entonces la noticia de su reanimación, y con agrado fueron recibidas las nuevas instalaciones que ocuparon sus predios y le convirtieron en el Paseo Marítimo que hoy es. Donde solo unos bancos de hormigón y ciertas sombrillas hechas de guano reinaban, el alborozo de varios negocios impulsados por la iniciativa privada como parte de un proyecto de desarrollo local, atrajo a más visitantes de los que alguna vez se hubieran podido imaginar y públicos de todas las edades encontraron una vez más cobijo en ese pedacito junto al mar.

Sin embargo, desde hace algunos días, cierto revuelvo se ha apoderado de las redes con respecto al Paseo Marítimo, provocado por la construcción de un muro perimetral que bordea de una punta a la otra el lugar. Aún en proceso de terminación, las opiniones sobre su pertinencia, objetivos y calidad han sido variopintas y ante ellas, los responsables del proyecto, impulsado por el gobierno de Playa de conjunto con la empresa Recreatur, han publicado en su página de la red social Facebook que su intención no es convertirla en un área exclusiva para el turismo, como muchos han comenzado a sospechar.

“Los recursos que se han destinado tanto por el Estado, como por los trabajadores por cuenta propia son numerosos, por lo que se hace necesario elevar medidas de control y seguridad” y que “Al ser un espacio visitado por menores por poseer entre otros atrayentes un parque de diversiones y la playa, se han dado situaciones de menores que han salido a la vía y aunque no hemos tenido que lamentar hechos, si se han dado situaciones que es mejor no lamentar”.

Más adelante refieren que la construcción de este muro persigue sobre todas las cosas, resolver asuntos referidos a la seguridad de los visitantes y de las instalaciones, pero que “En ningún momento se pretende cobrar la entrada para el baño en la playa, este es un espacio reconocido por la población como una playa de barrio y es un objetivo del proyecto preservarla y en la medida de las posibilidad trabajar para mejorar sus accesos y condiciones”.

Sin embargo, los vecinos y asiduos continúan descontentos, y aunque aún no se ha concluido la obra, se observan algunas irregularidades en su calidad que hacen pensar una vez más en la necesidad de aprovechar racionalmente los recursos. Vale recordar, además, que esta es una zona de habituales inundaciones durante la temporada ciclónica (por lo cual se han utilizado estructuras ligeras en la edificación de los kioscos y cafeterías), ¿hasta qué punto este muro permitirá el paso natural de las aguas, hasta que retomen su lugar?

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Una pregunta: Hacia donde van las aguas negras que esos hoteles en construcción generan y generarán?
"De buenas intenciones está empedrado el camino al infierno", decía mi abuela. El síndrome de la "murocracia" nos está colonizando hace rato, junto a la "fiesta de la puertas clausuradas" (en guaguas, autos estatales, puertas de restaurantes, etc.) Hay que consultar con el CITMA, el pueblo, arquitectos experimentados, recordar algo que se llama estética y los recursos de todos (materiales) con tantas necesidades constructivas de vivienda. Está horriblemente horrendo, parece un llega y pon de antes de 1959. Sinceramente, es triste estéticamente, en aquel lugar hermoso. Espero desaparezca con el primer frente frío o ciclón porque sé que ahora no volverá a la posición anterior. ????????????????
La costa de 70 que es como la conocemos los que vivimos cerca de ahí, siempre ha sido el único lugar de los vecinos y un poco más allá para pasar el verano caliente. Es verdad que se han construido lindos espacios (bastante caros) con ofertas que algunos pueden pagar y otros no. El asunto es que yo fuí un niño como miles que nos bañamos allí y el peligro siempre estuvo en el agua del mar y no afuera. Sobre el muro mi opinión es que llegará el momento que a alguien se le va a ocurrir cobrar la entrada al espacio y ya no tendremos la playita libre de impuestos de ayer. Además, como sucede en los CS, se colarán las gentes por el mar y por último, ese muro afea el lugar y hace sentir impotentes a la mirada del que no pueda entrar cuando el espacio se llene, porque a partir del muro, se convertirá en un espacio LIMITADO.
Es muy bueno que una periodista se haya pronunciado sobre este tema en las redes.Desde que vi la publicación de las fotos del Muro de 1ra y 70, me indigne. Soy nacida en la zona y lo que siempre he disfrutado es precisamente el llegar a la punta del puente de primera y 60, levantar mi vista y ver allí Mi Mar.Es que acaso no se podía haber bordeado estos kioscos con algo más acorde al lugar ? , Vallas bajas preferiblemente con troncos de madera o bien se le hubiera pedido a los artistas plásticos del Municipio algo novedoso. El Paseo es algo que los vecinos aceptamos y disfrutamos pero en su concepto de área abierta y pensando en los temporales que cada año azotan a nuestro litoral, hasta donde es funcional esta construcción?.
Este muro es una ofensa para loa locales de este municipio, la Costa de 70 es reconocida por los locales como nuestra playita, la playita del pueblo, donde personas de todas las edades hemos ido desde pequeños a bañarnos en familia en los dias de verano, esa vista del mar, esa paz se ha visto interrumpida por el asinamiento de todo lo q se ha armado ahí y ahora por ese muro q solo significa una cosa, dinero y privatización. Dicen q no van a cobrar pero si q lo harán, vivir por ver