Hasta hace poco, pensaba que el español era un idioma donde una palabra podía tener varias interpretaciones. Sin embargo, con el inicio de la Tarea Ordenamiento se hizo evidente que un grupo de personas han logrado una mutación en nuestro idioma, al reducir los significados de algunas palabras, claro que, siempre a su conveniencia.
Con el tope de precios de varios productos, decisión empleada para evitar que algunas personas intenten pescar en río revuelto, pidiendo montos abusivos de dinero por cuanto venden, comenzó el mal uso, o uso parcial, de algunos vocablos, como es el caso de la palabra hasta.
Más de una vez hemos sido testigos de que el precio de venta fijado es HASTA, y hasta el momento, valga la redundancia, nunca me he encontrado con ningún vendedor, sea estatal o particular, que oferte sus productos por debajo de la cifra máxima señalada. Al parecer, la palabra hasta, que según el diccionario: sirve para expresar el término de lugares, acciones y cantidades continuas o discretas, se ha contraído. Ese término, da la impresión, ya no implica se puedan vender mercancías en un precio inferior al máximo fijado, pues donde quiera que vamos, ese máximo permisible es la cuantía por la cual se expenden los productos que en la actualidad cuentan con un tope en su valor de venta.
Pero no es ese el único vocablo del español que ha perdido sentido, o que ha sido modificado por algunos cubanos de hoy en día. Mucho se ha hablado de no hacer recaer las ineficiencias de una empresa sobre los hombros del pueblo, sin embargo, la realidad es otra. Ejemplos de ello se pueden constatar en los precios del Coppelia y de los parques recreativos en La Habana, los cuales fueron objeto de crítica del pueblo. Ello trajo consigo una revisión y rebaja de los mismos por parte del Estado, desmostándose se puede buscar eficiencia mediante el ahorro de otros indicadores de esa instalación, y no subiendo de forma desproporcionada los precios.
Mas, no son esos los únicos casos donde la población ha visto dispararse el dinero que debe desembolsar para adquirir un producto, ni creo sean los últimos en donde el Estado tome cartas en el asunto. Algo similar ocurrió con las hamburguesas de pollo, que se expenden en los Mercados Ideales.
Con un precio de 183 pesos el kilogramo, era evidente para muchos que ese costo estaba “por las nubes”. En mi criterio, se trata de uno de esos casos donde se puso un precio muy superior al debido. La demostración de lo anterior está que esta misma semana se realizó a ese producto una rebaja de algo más del 33 por ciento, al fijarse su venta en 120 pesos. Cierto que para su elaboración se requieren fuerza de trabajo, tiempo, y otros insumos, además del pollo, pero no creo ello implicara precios tan altos, algo que afortunadamente fue corregido.
Nada, que en materia de formación de precios, el Estado deberá seguir, como hasta ahora, vigilante para evitar que las ineficiencias de unos recaigan sobre las espaldas del pueblo, toda vez que al parecer, nuestro idioma, o no se entiende bien, o simplemente está cambiando de forma acelerada y no lo sabíamos.
Urge revisar con profundidad por nuestro Gobierno las nuevas Tarifas propuestas por el MINJUST en la Resolución 517 en cuanto a la formación, fijación y modificación de las tarifas de los servicios notariales, registrales y de asistencia legal, en específico las tarifas aprobadas en pesos cubanos para la prestación de servicios notariales a personas naturales con residencia permanente en el territorio nacional, considerando que son abusivas en su conformación aquellas que se triplican y las que se incrementan en 6 veces su valor. Considerando que muchos de estos servicios son muy sensibles y de alto impacto para la población cubana y que estos servicios solo representan una parte del entramado que debe efectuar una persona natural cuando se dispone a realizar un trámite legal. De igual forma revísese con profundidad de la Resolución 511 del MINJUST todas las tarifas aplicables a los servicios que presta la Organización Nacional de Bufetes Colectivos a personas naturales con residencia permanente en el territorio nacional, las cuales han sido elevadas abusivamente sus valores sin tener en cuenta la correspondencia con el alcance real del salario de los trabajadores de nuestro pais, en especial todos los relativos a dictámenes, tramites y procesos ante las diferentes instancias, los cuales se han elevado a cifras de miles de pesos, situación está irracional y carente de toda fundamentación tanto técnica como económica.
Michel me parece q a usted le pasó como a mí cuando leí las nuevas tarifas de la resolución 77, realmente loa primeros precios q aparecen en ese listado corresponde a las personas jurídicas y si sigue leyendo màs abajo a las naturales, por ejemplo registrar una propiedad a una persona natural cuesta alrededor de 300 cup y no 3570 q es el precio para empresas etc, espero le quede aclarado y pueda respirar mejor,jeje.Saludos.