Durante el más reciente Día de la Defensa en La Habana, que tuvo en las primeras horas la visita del General de Ejército Raúl Castro Ruz, el Jefe del Consejo de Defensa Nacional y Presidente de la República,
Miguel Díaz-Canel Bermúdez, advertía acerca de la necesidad de continuar labores de saneamiento de las redes de alcantarillado, la poda controlada y temprana de árboles (que afectan el suministro de energía eléctrica) y enfatizaba en otras cuestiones relacionadas con la preparación, de todos los ciudadanos, para evitar la ocurrencia de inundaciones.
El Primer Secretario del Comité Central del Partido subrayaba tener en cuenta, en los futuros proyectos
urbanísticos en la capital, la búsqueda de soluciones ingenieras que impidan la ocurrencia de afectaciones por acumulación de aguas en las vías.

Justo cuando comienza la temporada ciclónica (en el mes de junio), es lamentable lo que sucede en las calles del consejo popular Armada en el municipio de Cerro (imágenes que pueden observarse en otras localidades de la provincia). Tanto la indisciplina social como las dificultades de recursos: camiones especializados, implementos para realizar la poda y el corte, recogida de desechos de la construcción (realizada por particulares) y la falta de cultura manifiesta en el vertimiento de objetos plásticos y jabas de nailon de difícil degradación y alta contaminación, inciden en el trabajo de Servicios Comunales y, deficiencias aparte de esta entidad, han conllevado a la inmensa acumulación de desechos sólidos.
En días recientes, con la ocurrencia de un no muy fuerte aguacero, la Avenida de Acosta parecía un río, y es que en sus esquinas existen contenedores de basura, pero por razones algunas entendibles y otras no.

Los criterios de la población, cuando estos están llenos (la mayoría de las veces), unas por la poca existencia de depósitos y otras porque la gente tiene que botar su basura, siempre existen microvertederos. Esto conlleva a que en dicha avenida los tragantes estén obstruidos, con las consiguientes inundaciones, las cuales antes no sucedían. Es del conocimiento de cuántas autoridades del territorio tienen que ver con esto, y la respuesta, aunque sea verbal, no existe. Además, hay otro peligro latente, que es que se produzca una epidemia, pues entre el mal olor imperante siempre y los vectores está latente esta. Esperamos que con este comentario las autoridades competentes tomen cartas en el asunto y se pueda resolver la situación desesperada de los vecinos de la comunidad.


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Buen trabajo. El tema se hace extensivo para toda la Cuidad de La Habana, que es puro vertedero. Es bochornosos que seamos la capital de un país que promueve tanto el Turismo. Ahora mismo si tuviera la oportunidad de subir una foto en este escrito solo levantando el móvil mostraría la esquina de mi casa 17 y 34 Playa que solo a minutos del aguacero para ver los desperdicios nadando por la calle. Y seguro que si me lo justifican la culpa la tienen los vecinos o el bloqueo.
Vivo ahí, en el Casino Deportivo. Los trabajadores de Comunales hacen un buen trabajo que dura poco por lo expuesto en el artículo. Pero las autoridades no velan porque las calles se barran diariamente. No lo controlan, pese a las quejas de la población. Y Ud. puede ver las esquinas limpias y toda la calle, parterres y aceras llenas de basura. Y personal para barrer hay, pero no cumplen siempre con su obligación, como tampoco quienes cobran un salario para controlarlos.
Entre otras cosas hay que acabar con el vandalismo que está ocurriendo en toda la ciudad donde personas inescrupulosas se están llevando las ruedas de los carros colectores para su beneficio
Sin ánimos de ofender, nada de esto es nuevo, hace años que esto sucede y nunca se da solución. No importa la zona, es generalizada la situación. El gobierno de ese municipio tiene que responder y resolver, pero además se tiene que conocer la solución y la medida. Yo vivo en Miramar y es lo mismo, la tienda de 5ta y 42 da pena, un poquito más abajo igual, si subes por 42 la misma historia, por eso les digo no es nuevo. La hierba da casi a la cintura y para eso nada más que hace falta hombres, machetes y carretas.
En La Víbora pasan unos chapeando y dejan la hierba junto a la acera, que finalmente va a parar al tratante. Hemos llamado a varios sitios y después de gran peloteo nos dijeron que la hierba debe recogerla el carro de la basura pero todo parece indicar que esos ni están enterados. ¿Habrá que esperar la inundación para actuar?