
Cuando se habla de Cuba, decir Habana es obligatorio. La Habana: con sus portales majestuosos, su Rampa muy concurrida, su histórico Capitolio y sus disímiles teatros; ya no es la misma.
¿Quién eres Habana? No te identifico como la ciudad alegre y cultural que siempre has sido, ahora te debes a la soledad y a esta enfermedad que te consume. El azul de tu Malecón está sombrío, el faro de la cabaña no brilla con la misma intensidad y las luces de tu ciudad perdieron su magia nocturna.
¿Dónde está tu encanto, Habana, “tu cosa”? Cumpliste 500 años y no te salieron canas; solo te volviste más sabia. Te recuperaste de ciclones, huracanes y hasta un tornado golpeó una parte de ti. Siempre has sido muy valiente por eso me cuesta creer que bajas la cabeza ante esta epidemia que te ataca sin piedad.
¿Por qué no te curas, Habana? Imagino que tu tristeza se debe al alto nivel de contagio en tus territorios. Quiero pensar que estás tan enferma porque el virus se ensañó con tu belleza y tu adrenalina, por eso te tiene tan quieta y silenciosa. Prefiero pensar eso, pues no sería capaz de entender que no todos tus habitantes te aprecian de igual forma y por eso no te protegen.
Lamentables las indisciplinas sociales que se comenten, pues las medidas establecidas por el Ministerio de Salud Pública son la clave para ganar esta batalla. Debemos ser conscientes de la gravedad de las desobediencias cometidas porque todos estamos en riesgo y es posible que conduzcan a la prolongación de la cuarentena y contribuyan, desafortunadamente, a la propagación de la COVID-19.
¡Por ti, Habana, lo más grande! Entonces seguiremos al pie de la letra las medidas establecidas. Nos mantendremos informados sobre el acontecer nacional e internacional referente a la epidemia. Si cumplimos con nuestra responsabilidad ciudadana, te ayudaremos a recuperar tu antigua vida y la Isla bella dejará de estar incompleta sin tu algarabía, Habana.
Ciudad maravilla no pierdas la esperanza, haremos todo lo posible para devolverte la sonrisa. La Ciudad de los Parques, la de los Puentes y todas tus hermanas te apoyan en esta guerra que libras a diario. Ten fe mi Habana, Cuba está contigo.
Me gusta su texto es un ejemplo y una motivación para segir adelante en este momento tan silencioso que estamos afrontando.