Esta semana se inició la venta regulada y controlada en la red de bodegas de La Habana de tres cajetillas de cigarros Criollos y dos tabacos correspondientes al mes de octubre, para los consumidores que hayan cumplido los 18 años.
La información se dio a conocer este viernes durante la reunión del Grupo Temporal de Trabajo para el enfrentamiento a la COVID-19 en la capital del país en la que se explicó que la distribución será paulatina y abarcara a los 15 municipios.
El coordinador de Objetivos y Programas del Gobierno de la ciudad, Julio Martínez Roque, aclaró que los inventarios existentes no permiten cubrir los faltantes de entregas anteriores, por lo que sólo se expenderá la cantidad fijada para este mes.
Otras informaciones:
Esto es irrespetuoso. ¿Dónde están los pendientes de septiembre?. En el mes anterior tocaban 6 cajetillas, y solo entregaron 4 unidades.
Por favor q se saben de los cigarro suave aroma ya q no lo an dado ni una sola vez y son los w mas caro estan cuando aparecen
Increíble como las personas leen y no entienden, preguntan lo mismo q está explicado Eran 4, este mes serán 3, y lo pendiente no se puede pagar x falta de disponibilidad. Alto y claro Me preocupa + la cuota normada de pollo o la leche de dieta, q los cigarros
Y la del mes de septiembre de Plaza donde está porque nunca llegó,y ahora dicen que se va a distribuir paulatinamente ...Plaza siempre de último en todo ,aquí no ha llegado ni la segunda vuelta del módulo gratuito.
"Inician venta regulada de cigarros Criollos en la red de bodegas..." ¡Bravo!... Hagan lo mismo con otros productos. Es sabido que los productos en falta han venido dando vida a los "coleros y revendedores". Han creado una categoría laboral de "empleos los que se dedican a la especulación" con "salarios" adelantados incrementados de la "nada"; y poder de comprapara suficiente para todo lo escaso que llega a una tienda, y sin pagar un chavito de impuesto por ejercer librements esa actividad. Sobre ese tema es cada vez más frecuente escuchar voces que a veces son difícil de delimitar si son apagadas por el nasovuco o, en cambio son voces tenues por que llevan tristeza, son lamentos de angustia ante la impotencia. Algunos, hoy mismo en una panadería, una señora afirmaba que ya ella se contenta con decirlo a alguien cada vez que tienen cualquier oportunidad, vive con esperanza que algún día alguien se dé cuenta que sí es posible recuperar la distribución más juesta en estos nuevos tiempos difíciles; sin que ello afecte el papel decisivo y definitivo de los proyectos de producir lo suficiente, única forma de desterrar a los coleros. Así que ahora dice la señora se contenta con poco: solo por buscar, recuperar, prácticas pasadas. En lugat de insistir en fórmulas "más novedosas" aunque esta no conserve o muestre una mayor justicia en la distribución de lo que tengamos. Si es esto último lo que se pretende les afirmamos que no vale seguir engañando con maniobras y algunas puestas en práctica, una de ellas las de mostrar la "libreta y el carnet de identidad", ambos usados como instrumentos falseados de la justicia o solución real no de futuro sino más mediata. Los que comentan y los que escuchamos tales relatos durante una espera para intentar adquirí algunos alimentos, nos tornamos incrédulos en argumentos ante la evidencia de la vida que nos golpea con la misma escena una y otra vez. Situaciones que imponen el axioma de que detrás de cada uno de los productos: pollo, aceite, pescado, lácteos, grasos (cigarrillos) etc.; nos llevan a pensar a una y otra parte que los "colero-revendedor" se enriquecen ellos y enriquecen a alguíen más que no está entre los que hablan y los que escuchan; que tal práctica todo parecer ser es una cadene que puede subir tan alto como pueda, incluso está tan extendida que ya se piensa que los únicos empoderados para acabar con esta práctica son nuestra dirección de más alto nivel, que cumplan indicaciones directas de nuestro presidente o el primer ministro para que quien lo haga sea capaz de tirar de esa cadena y romper sus eslavones. Gracias.