Ofertar servicios con la calidad requerida debe constituir una máxima de cualquier trabajador del sector y una muestra de respeto a los consumidores.

En la capital continúa el enfrentamiento a acciones que laceran la sensibilidad de los clientes y un ejemplo elocuente de ello fue la acción de control realizada por la Dirección de Inspección de La Habana Vieja en el punto de venta ubicado en la intersección de las calles Cuarteles y Cuba, en la que se detectó a un trabajador por cuenta propia en la actividad de carretillero, ofertando productos mango y maíz con una pésima calidad, tal como se muestra en las foto de portada y en la siguiente.

Foto: Tomada del Portal del Ciudadano de La Habana

Por ello, y al amparo del Decreto 30 Artículo 7 inciso b), el grupo de inspectores que participó en la acción notificó al infractor con una cuantía de $8000.00 CUP y la obligación de cese inmediato de la venta.

(Tomado del portal del Ciudadano de La Habana)

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