Ayer en la tarde me visitaron en mi casa Sonia Menéndez Dávila, coordinadora de distribución en el gobierno municipal de La Lisa; Dulce María Linares Rodríguez y Sandra García Fernández, gerente y comercial, respectivamente, de la Unión Quiosquera Panorama, de la cadena que suministra a mi punto de venta, El Lavatín, en La Lisa.

Una vez más, una queja que publiqué en mi perfil de Facebook, y que fuera replicada en Tribuna de La Habana, logró llegar a los oídos pertinentes.

Conversamos durante más de una hora y fueron escuchadas mis preocupaciones.

Sonia, la representante del gobierno municipal, me ofreció explicaciones muy detalladas sobre la conformación del torpedo con los núcleos digitalizados y cómo se han ido agregando los datos nuevos y actualizando los listados a medida que más núcleos han ido a digitalizar sus datos desde que empezó el nuevo sistema de compras el 10 de diciembre.

A partir de la problemática que señalo sobre los núcleos que aún no se han digitalizado y la manera en que se les ha excluido de adquirir los productos, me comenta que se han creado grupos de WhatsApp para que quienes aún no se han ido a "censar" puedan enviar sus datos, a través de sus representantes (delegados) y facilitarles el proceso, con la advertencia de que, aún así, puede que alguno deba acercarse personalmente a la dirección municipal de la OFICODA, en caso de existir algún problema con los datos.

Me comentaron también que este "censo" ha sacado a la luz que hay núcleos que no han dado baja a personas que están fallecidas, fuera del país o cumpliendo sanción en instituciones penales, violando lo establecido y "haciendo trampa" para adquirir más productos de los que realmente deberían recibir.

Aunque entiendo la lógica de estos argumentos, aún considero que no debimos pagar justos por pecadores, al igual que debió garantizarse a tiempo una manera de solucionar el problema de la compra sin estar censados, de manera que se evitaran disgustos entre los que, como yo, aún no habíamos ido a digitalizar los datos cuando inició la venta con el nuevo sistema en diciembre pasado.

Las funcionarias de TRD reconocieron que han existido problemas con el abastecimiento, en especial con el producto detergente, pero que se esperaba su llegada al país y pronto debe empezar a distribuirse.

Me aseguraron que es voluntad de la cadena garantizar que todos los núcleos puedan adquirir los productos del primer ciclo que todavía tienen pendientes.

No está en sus manos distribuir los mismos productos que vende Cimex, ahí nos toca suspirar, y lamentar que existan dos cadenas con un mismo objetivo social y que ello cree diferencias en circunstancias en que estamos obligados a adquirir los productos única y exclusivamente en la tienda asignada. En ese sentido, somos rehenes de la tienda "que nos tocó" y de su cadena, sus condiciones, productos y facilidades (o dificultades) en la distribución.

Hasta donde puedo decir, tras la atención prestada ayer, me satisface que la queja no les sea indiferente y se preocupen por escuchar los reclamos de los clientes.

Ahora solo resta esperar que, a medida que las condiciones lo permitan, se complete la distribución de los productos pendientes del primer ciclo.

**Mientras terminaba de escribir estas líneas, llegó el mensaje que acá comparto, avisando que ya los que tuvimos problemas en el primer ciclo porque no aparecíamos en el listado, podemos ir a recuperar el picadillo.

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