¿Cómo es posible que un programa de televisión tan instructivo como Pasaje a lo Desconocido solamente le hayan dejado un tiempo de 45 minutos?

Cuando se van a tomar este tipo de decisiones, hay que tener en cuenta la opinión de la mayoría -en este caso el televidente-, antes de dar el paso.

¿Era tan necesario restringir precisamente este espacio? ¿No había otro programa que tuviera poco audiencia? ¿Es que acaso hacía falta este tiempo para alargar otro que seguramente no puede competir con Pasaje...?

Los directivos que están al frente de estos temas tienen que tener mucho cuidado a la hora de actuar en tan delicado problema.

Hay que ver las dos caras; ver cuál es el beneficio de la disminución del tiempo, pero también la pérdida de su calidad, al tener que abarcar una hora en 45 minutos.

Casi todos los documentales duran como promedio de 45 minutos a una hora. Entonces, si al programa le han dejado precisamente este tiempo, o se proyecta el material sin el debate de los invitados, o se hace lo que está haciendo Reinaldo Taladrid, sacrificar el documental, con la lamentable pérdida de calidad.

Esperamos -como se hizo con la Neurona Intranquila - que dicha decisión sea derogada y podamos seguir viviendo un Pasaje a lo desconocido con todas las de la ley, como fue siempre.

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