Recientemente llegado de Nicaragua, Juan Manuel Carreño forma parte de los miles de cubanos que, procedentes del exterior, llegaron a Cuba en medio de la actual situación sanitaria que está viviendo el mundo tras la aparición de la COVID-19. Durante 14 días él vivió, junto a otros 228 viajeros, una experiencia inolvidable en el Centro de Aislamiento para la Vigilancia Sanitaria del municipio de Cotorro.

Tras concluir ese periodo, instantes antes de partir al encuentro con su familia, Juan Manuel ofreció sus impresiones sobre lo vivido en esa instalación. “La atención del personal médico fue bastante buena. La comida, bien elaborada. La estancia en este centro, en sentido general, bue bastante bien”.

¿Cómo resultó el hecho de venir directo del aeropuerto a este lugar?

-Todos queríamos llegar a la casa para ver a la familia, pero al final todo fue en beneficio nuestro y por cuestiones de seguridad. Uno no sabía si estaba enfermo. El tener que venir para aquí fue algo incómodo, pero fue por el bien de todos.

Manuel Carreño tiene un brazo en cabestrillo. Al indagar sobre ese particular, nos refirió, fue un accidente en moto sufrido en Cuba con anterioridad, pero que se está recuperando satisfactoriamente. Sobre sus relaciones con los demás viajeros dice que todo estuvo perfecto, que se ayudaban unos a los otros.

Ese espíritu de entrega del personal médico, así como la solidaridad existente entre los viajeros de quienes habló Juan Manuel Carreño, no es algo nuevo para los cubanos, sino más bien, una de las tantas características que definen la idiosincrasia y la personalidad de los nacidos en la Mayor de las Antillas.

Con las palabras de Juan Manuel cierra esta serie de trabajos sobre lo vivido en el Centro de Aislamiento del Cotorro por los 228 viajeros que durante 14 días vivieron en esas instalaciones.

Para Manuel Carreño, esta será una etapa de su vida que nunca podrán olvidar. Algo similar ocurre con el personal médico y de apoyo que allí laboró, y sobre cuyas experiencias estaremos hablando en próximos trabajos.