En Cuba es tiempo de tormentas tropicales, ciclones o huracanes y LaHabana se prepara podando árboles, en exceso altos, pero presérvandolos, porque la naturaleza es bella y beneficiosa.
La poda se realiza para garantizar que las ramas no se enreden en cables eléctricos y puedan causar daños. El uso de la tecnología en estas labores facilita la operación, y el esfuerzo de los trabajadores de Comunales es digno de admirar.
En muy poco espacio de tiempo, manzanas enteras, en el municipio de Plaza de la Revolución, quedan libres de ramas peligrosas, y permanecen los árboles, parte de la belleza y ornato de esta Habana nuestra.
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Infortunadamente en mi cuadra de residencia (Avenida 33 entre 36 y 42, Playa) hace considerable tiempo que esperamos por podas preventivas en la acera por donde ve el tendido telefónico. Solo se hicieron, hace ya varios meses, en la del tendido eléctrico. A propósito, agradecería una actualización sobre el lugar donde gestionar una licencia de tala para sustituir el corpulento ocuje que tengo frente a mi casa por otro cuyas raíces no dañen la acera y la fosa, como éste, y cuyo espeso follaje se ha convertido en reservorio de gran cantidad de murciélagos, que noche a noche sobrevuelan alrededor de la casa, salpicando hacia paredes, pisos y hasta el techo del portal con sus contaminantes heces.