La directora general de la Empresa provincial de Farmacias en La Habana, Doctora Dianely Ávalos Fernández, dijo a la prensa durante el Consejo de defensa de La Habana que se han adoptado un grupo de decisiones relacionadas con los servicios para que puedan satisfacer las necesidades de la población.

“Lejos de cerrar servicios se han incrementado a partir del alza de la producción de hipoclorito de sodio al 1 %, que, a diferencia del que se usa para la limpieza de las superficies y el lavado de las manos tan necesario en tiempos de la Covid-19, es el destinado al agua de consumo; igualmente, creció la producción de medicina natural en unos ocho renglones relacionados con las afecciones respiratorias; es el caso de los diferentes tipos de jarabe como el de orégano, naranja, de cebolla, de aloe y otros que se han potenciado en todos los municipios de la ciudad, cuyas entregas continúan por debajo de la demanda..

La directiva explicó “que la materia prima proviene de la masa vegetal procedente de la agricultura y hacemos todo el proceso a través de los centros de producción local nuestros y en los dispensarios, porque la industria prácticamente no tiene respuesta ante los pedidos de productos tan solicitados”.

Recordó  cómo a diferencia de otros servicios con colas mantenidas durante todo el mes, en las farmacias de la capital estas se generan cuando arriban los medicamentos, cuyo ciclo es cada diez días. La decisión ha sido modificar los horarios de las que funcionaban durante doce horas y rebajarlos a ocho, a fin de que un grupo de trabajadores permanezca diariamente en su unidad y no en turnos de trabajo y se agilice la venta a la población”, dijo.

Informó que no ha existido ninguna modificación en el precio de los medicamentos y que se mantienen las dificultades con aquellos en falta.

Al referirse al apoyo a los ancianos, insistió en que no existe ninguna indicación de no despacharles, pero sí hemos potenciado la medida de que el adulto mayor no salga de su casa. Para esto se ha hecho un levantamiento junto a Salud Pública, el cual arrojó la existencia de alrededor de 371 000 pacientes con enfermedades crónicas y otros con algún tipo de discapacidad en toda la provincia.

En consonancia con esta realidad, se actuó de conjunto con los Consejos Populares y los Consejos de Defensa en los municipios de la provincia, -sin faltar el apoyo de las organizaciones de masas-, con el propósito de seleccionar a quienes dentro de la comunidad puedan fungir como mensajeros. Esta figura portará un distintivo como vía de asegurar su identificación a la hora de acceder a las farmacias y realizar la compra mediante tarjetones de los medicamentos de estos grupos de riesgo, y llevárselos a sus casas.

Actualmente ya sobrepasan los 400 mensajeros y se mantiene en los territorios la labor de identificación de quienes pueden hacerlo, pues a juicio de Avalo Fernández, “depende no solo de la cantidad de pacientes, sino de las características del entorno. En los edificios multifamiliares, por ejemplo, quizás se pueda acceder a más personas, mientras que en otras zonas de mayor extensión territorial y menos población vulnerable se necesiten mayor cifra de mensajeros para poder llegarle. Resaltó que esto ha sido una medida con buen impacto en el municipio de Cotorro.