Foto: Tomada de Cubadebate

Apenas dos meses han transcurrido desde que se implementó una nueva distribución de los medicamentos en las farmacias. En esta ocasión, por ejemplo, en el Cerro y otras localidades se expenden por consultorios médicos en un determinado día del mes, según llegada de los productos.

Si usted es trabajador a tiempo completo, posiblemente no pueda acudir el día que le corresponda, de ahí una de las preocupaciones latentes, debido a que la duración del mismo en las unidades resulta muy breve.

Conocemos de ciudadanos que no pudieron hacer la cola en el momento que les correspondió su turno por encontrarse laborando y al acudir dos días después, ya no quedaba la medicina controlada que requería.

También hay dificultades en conocer el día en que se reciben, las personas con un poquito de más tiempo disponible marcan en horas de la madrugada a la espera de la apertura, algo que no sólo es difícil para los trabajadores, sino además para la gran cantidad de adultos mayores y vulnerables que hay en las comunidades.

Hay dos posibilidades en estos casos; o no llegan los suministros completos por tarjetones controlados, al haber déficit, o se produjo un desvío del mismo a otro destino. Por cierto, sobre esto último, conocimos de personas que en su farmacia le dicen estar extinguido el producto, séase un spray de salbutamol, tabletas de lisinopril, etc., y se les ha hecho un desvío hacia otra unidad, y en esta le han explicado que no pueden dárselo porque ello equivale a dejar alguno de sus clientes sin el medicamento.
Es algo comprensible si viene estadísticamente según tarjetón por establecimientos, pero muy lamentable, si en la farmacia que le corresponde, le dicen que está agotado.

Inicialmente la nueva estrategia causo expectativas y produjo alivio ante lo complejo que ha resultado el adquirir las medicinas en los últimos tiempos. No es posible que en un solo día, todo el personal de un determinado Consultorio pueda ser atendido, y estamos refiriéndonos sólo a los denominados medicamentos controlados por tarjetones.

Hemos constatado que algo que fue concebido de forma positiva, todavía no ha logrado beneficiar a todos los usuarios que precisan de medicamentos decisivos ante sus padecimientos, generalmente crónicos, debido al déficit de la mayoría de los que habitualmente llegan a las farmacias.  

Hay consciencia de la situación con las materias primas y compra en el mercado externo, sus colosales precios, obstáculos y limitaciones por el criminal bloqueo estadounidense, pero hay que tratar que al menos las personas sientan protección con aquellas medicinas controladas que llegan a la farmacia, y en tan poco tiempo, estén extinguidas.

Es imprescindible que realmente por escases del producto se agote, y no por indebida manipulación o tránsito hacia otros fines que puedan llegar a ser lucrativos, en un contexto tan complejo para las familias cubanas.

No es tarea fácil ordenar ante las insuficiencias, pero no podemos conformarnos con situaciones anómalas que crean malestar y hay que continuar perfeccionando el mecanismo de distribución y también de supervisión, de manera que la mayor parte que llegue tenga como destinatario principal al paciente, ese que confía en adquirir su medicina en la única farmacia que tiene asignada para ello.

El censo anterior efectuado en cada unidad y que respondía a cada uno de los llamados tarjetones en existencia, creó la expectativa de que se entregaría la mayor parte de los medicamentos controlados a sus destinatarios. Pero todavía hay un grupo considerable de ciudadanos que en alrededor de estos dos meses, tampoco han podido lograrlo, ni siquiera pensando en un domingo de recuperación, -como otrora acontecía con los módulos de alimentos y aseo-, en los puntos de ventas o mercados

 

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