La problemática de saneamiento en la ciudad aún precisa de solución sistemática y plena. Comprendemos la complejidad del contexto económico-financiero actual con la crudeza y extensión del recrudecimiento del bloqueo del gobierno de Estados Unidos, el cual rebasa los récords de abuso y crueldad contra una pequeña, pero digna nación como Cuba.

Sin embargo, se torna lamentable y preocupante la situación de la higiene actual en los barrios, a consecuencia de la proliferación de microvertederos e indisciplina social ante la insuficiencia además, de la recogida diaria y la escasez de contenedores para recepcionar los desechos sólidos en determinados puntos establecidos.

De manera recurrente es tratado este tema por los medios de comunicación y ello es debido a las consecuencias que el asunto puede acarrear para la Salud de la población, si continúa expandiéndose.

Cuando recorremos el interior de localidades de la capital, impacta la desacertada imagen de basura por doquier. Generalmente en cuadras donde están ubicados los depósitos para su recepción se aprecia uno o solo dos contenedores, donde tiempo atrás existían hasta tres y cuatro por la densidad de población de la zona, y los pocos presentes están muy deteriorados.

Por ejemplo, en áreas del Cerro, donde colindan además áreas verdes y de esparcimiento de las familias, como acontece en las arterias entre Clavel y San Pedro, (según los vecinos de esa cuadra), siempre existieron hasta tres depósitos para desechos y hoy solo queda uno, y roto.

Lo mismo ocurre con otros ubicados en calles de Plaza de la Revolución, en reparto Luyanó, Lawton, localidades de los municipios de Diez de Octubre, Centro Habana y otros, con particular énfasis agudizado en lugares apartados de la periferia; puntos de Arroyo Naranjo, Playa, etc.

Inundaciones por huracán. Foto: Tomada de Redes Sociales

Resulta evidente que en los últimos tiempos, (agudizado precisamente luego de la pandemia de Covid y cuando más férreo ha sido el asedio hacia la entrada de combustibles y otros recursos básicos a la Isla), esta cuestión también ha crecido. Pero es indispensable encontrar entre todos los factores de la sociedad, aliviar hasta erradicar este flagelo que a todos afecta.

Renovar estudios de densidad de población en los barrios a la hora de ubicar contenedores es imprescindible, pues la ciudad ha incrementado vertiginosamente la inmigración de otras provincias y quizás ello también incida en la necesidad de asumir nuevas estrategias, iniciativas y recursos para el requerido saneamiento.

El asunto no es fácil, de lo contrario, con el mancomunado esfuerzo que realiza el Gobierno para suplir las necesidades elementales y prioridades para la vida de los ciudadanos y supervivencia de la nación, ya estaría resuelto.

La realidad es que no hay disponibilidad de divisas convertibles y su acceso se obstaculiza con el cerco imperial para comprar todos los enseres y medios destinados a solventar esta situación que daña con creces la imagen citadina.

No obstante, cada estructura municipal sigue generando fórmulas que puedan viabilizar y resolver en el menor tiempo posible estos desagradables eventos que representan los microvertederos, los cuales en estos tiempos de lluvias y vientos tienden a diseminarse por las calles aumentando la presencia de oportunistas vectores.

Por reiterado que parezca el tema, no debe obviarse, debido a lo imperioso que resulta lograr una solución definitiva. Están muy próximas las vacaciones de verano y la circulación de personas será aún mayor en esta hospitalaria y gran capital de todos los cubanos, de ahí que sus habitantes anhelen verla cada vez más bella, y limpia.

Ver además:

De la basura y otros demonios