¡Lo hubiese volado ayer, chico!”, fue la respuesta del terrorista y criminal Orlando Bosh, vanagloriándose de su impunidad cuando fue entrevistado públicamente (en territorio de Estados Unidos) con respecto a la bomba colocada en una aeronave de Cubana de Aviación que fuera destruida, en pleno vuelo, sobre las costas de Barbados con 73 pasajeros a bordo.

El terrible asesinato, realizado el 6 de octubre de 1976, destruyó brutalmente las vidas de personas inocentes y dejó una profunda herida, aún abierta, en la memoria del pueblo cubano.

No son palabras, se trata de hechos, de un acto de barbarie cuyos culpables son protegidos por el gobierno estadounidense; a pesar de las pruebas irrefutables de sendas explosiones provocadas por material altamente explosivo (plástico) C-4, dentro del avión saboteado, y cuyas trazas fueron mostradas en un amplio informe pericial por el gobierno de La Habana, ante las autoridades correspondientes.

Foto: La Demajagua

Desde entonces, ¿qué ha pasado? Nada. Cada una de las administraciones estadounidenses se han encargado de hacer su trabajo: mantener el asunto en silencio y a los culpables protegidos en su territorio; incluso se ha demostrado el vínculo de estos terroristas con los servicios de inteligencia norteamericano y (ellos mismos) han amenazado con desclasificar secretos que pudieran ofrecer pruebas concluyentes de la participación de Washington en una guerra secreta contra Cuba y cuyas armas son facilitadas desde los arsenales de estas Agencias, con el financiamiento de organizaciones terroristas que operan en bases militares ubicadas en diferentes estados de la Unión; específicamente en la Florida.

Foto: Tomada de Trabajadores

Estos son los hechos:

5 de octubre de 1976: Llega al aeropuerto de Timehri, en Guyana, el DC-8 de Cubana de Aviación que realiza el vuelo CU-455.

6 de octubre de 1976:

10:57 de la mañana (hora local): El avión parte hacia el aeropuerto de Piarco, Puerto España, con 27 minutos de retraso por esperar a una delegación oficial de la República Popular Democrática de Corea. En Trinidad-Tobago, montan los 24 integrantes del equipo juvenil de esgrima de Cuba, ganadores de todas las medallas de oro en el recién finalizado Campeonato Centroamericano y del Caribe de ese deporte y que esa madrugada habían arribado en vuelo de la Pan American, procedentes de Caracas, Venezuela.

15:49 (GMT): La aeronave sale hacia Barbados. Son tomadas las medidas que se aplican desde un frustrado atentado a un avión de Cubana en Kingston, Jamaica: no aceptar carga o correo, ni equipaje sin acompañante; chequear el equipaje de mano y revisar si los pasajeros iban armados, pero el equipo utilizado por las autoridades aduaneras no estaba preparado para detectar sustancias explosivas.

16:21: El vuelo arriba al aeropuerto de Seawell, Barbados. Entre quienes concluyen su viaje se hallan Freddy Lugo y José Vázquez García (nombre falso que dio Hernán Ricardo Lozano).

17:15: Parte la nave con destino a Jamaica. A bordo hay 73 personas, incluidos jóvenes guyaneses que viajaban a Cuba para estudiar Medicina y 10 tripulantes que se encontraban hospedados en Bridgetown, la capital barbadense, debido a la rotación del personal de la aerolínea Cubana de Aviación.

17:23: ¡CUIDADO! En la torre de control se escucha desde la radio del aparato de Cubana el grito de alarma del capitán, Wilfredo Pérez. FELLO, FUE UNA EXPLOSIÓN EN LA CABINA DE PASAJEROS Y HAY FUEGO, informa a este último el copiloto.

REGRESAMOS DE INMEDIATO; AVISA A SEAWELL, le orienta: SEAWELL...; SEAWELL... CU-455 -CU-455... Seawell ¡TENEMOS UNA EXPLOSIÓN Y ESTAMOS DESCENDIENDO INMEDIATAMENTE, TENEMOS FUEGO A BORDO!

¿CU-455 regresará al campo?

17:25:20: Otra vez llega a la torre de control la voz del copiloto: SEAWELL CU-455... PEDIMOS INMEDIATAMENTE; INMEDIATAMENTE PISTA. CU-455 AUTORIZADO A ATERRIZAR.

RECIBIDO, responden desde la torre de control.

La tripulación ha dominado parcialmente la caótica situación. Fue sacado el tren de aterrizaje y tomadas las medidas en el afán de salvar vidas.

17:25:27: En Seawell se oye una frase perentoria: ¡CIERREN LA PUERTA, CIERREN LA PUERTA!

CU-455. Tenemos emergencia total, continuamos escuchando, respondan.

En esos momentos, el piloto pierde el control del aparato (una segunda explosión había tenido lugar en el área de los baños traseros). Sin percatarse aún de la nueva complicación, el copiloto le grita: ¡ESO ES PEOR, PÉGATE AL AGUA, FELLO, PÉGATE AL AGUA!

Con un elevado sentido de responsabilidad humana, el piloto hace girar la aeronave hacia un lado, con lo cual evita que caiga sobre la playa cercana.

Desde áreas cercanas a las costas de Barbados, varias personas presencian horrorizadas cómo el avión cae al mar.

Foto: La Demajagua

7 de octubre de 1976: El Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba informa oficialmente que, de los 73 pasajeros que perecieron, 57 eran cubanos, 11 guyaneses y cinco coreanos.

7 de octubre de 1976: Por las sospechas que levantaron ambos individuos, las autoridades de Barbados advierten a sus colegas de Trinidad Tobago y ese mismo día son arrestados los ciudadanos venezolanos Freddy Lugo y Hernán Ricardo Lozano como presuntos autores del sabotaje.

Con posterioridad, los trinitarios informan a una comisión investigadora convocada por Barbados que Hernán Ricardo Lozano había declarado al jefe de la Policía ser miembro de la Agencia Central de Inteligencia (CIA); que en las pocas horas que permanecieron en Bridgetown tras bajarse del avión, habían ido del aeropuerto a la embajada de Estados Unidos y que luego, desde el hotel, llamaron por teléfono a Caracas a Luis Posada Carriles (su jefe) y también a Orlando Bosch Ávila. Sobre esa base, en el informe oficial, Barbados incluiría los datos del hotel donde pernoctaron, desde qué teléfono llamaron y los números de Posada y Bosch en Caracas a los cuales llamaron.

Especialistas, equipos de buceo y barcos de la flota pesquera cubana laboran en el rescate de las víctimas, lo cual se hace muy difícil por la profundidad donde se hallan los restos de la nave.

La Agencia de Noticias Caribeña (CANA) informa que los dos detenidos con pasaporte venezolano realizaban actividades ilegales en el área del Caribe. Oficiales de Trinidad Tobago expresan que ambos se encontraban en la capital de Barbados cuando ocurrió allí un atentado dinamitero contra el Consulado de Guyana y también estuvieron en esta última Isla, en junio pasado, cuando una bomba destruyó las oficinas de la British West Indies Airways.

La aviación civil de Barbados da a la publicidad la cinta magnetofónica con la conversación que mantuviera, en los minutos finales del vuelo, la tripulación del CU-455 con el aeropuerto de Seawell.

10 de octubre de 1976: El embajador norteamericano en Barbados, Theodore Britton, parte hacia Washington para "efectuar una consulta de rutina con el Departamento de Estado".

11 de octubre de 1976: El primer ministro de Barbados, Tom Adams, declara ante la XXXI Asamblea General de la ONU que el desastre de un aparato de Cubana de Aviación en el Caribe fue un acto de terrorismo.

La organización contrarrevolucionaria Comandos de Organizaciones Revolucionarias Unidas (CORU) se atribuye la responsabilidad de la criminal acción.

12 de octubre de 1976: En un comunicado oficial, el Gobierno de Venezuela condena el acto de terrorismo contra el avión de Cubana y reconoce que los dos ciudadanos de ese país sobre quienes recaen las sospechas de estar implicados son Freddy Lugo y Hernán Ricardo Lozano.

Barbados rechaza una oferta estadounidense de asistencia en sus investigaciones sobre el desastre.

13 de octubre de 1976: El Gobierno de Guyana declara para el día siguiente duelo nacional, en homenaje a las víctimas.

14 de octubre de 1976: Los restos de los cubanos que pudieron ser rescatados son trasladados a La Habana y expuestos en la base del Monumento situado en la Plaza de la Revolución José Martí. Se decreta duelo oficial.

La policía política venezolana (DISIP) anuncia la detención en Caracas de los contrarrevolucionarios de origen cubano Orlando Bosch y Luis Posada Carriles y de otros tres implicados. También allana la oficina de Investigaciones Comerciales e Industriales C.A. (ICICA), propiedad de Posada Carriles, donde se encuentran pruebas y equipos relacionados con el acto terrorista.

Fidel Castro pronuncia discurso en el acto de despedida de duelo del crimen de Barbados Foto: Escambray

15 de octubre de 1976: El entonces presidente cubano, Comandante en Jefe Fidel Castro, convoca al pueblo y habla frente a una impresionante multitud que se reúne en la Plaza de la Revolución José Martí, para despedir a sus muertos. El líder histórico de la Revolución denuncia que detrás de ese criminal hecho estaba la CIA.

Por su parte, Henry Kissinger, entonces secretario de Estado de Estados Unidos, asevera que su Gobierno "no tiene absolutamente nada que ver" con ese hecho, lo cual es falso. Los hechos demuestran que Estados Unidos protegió y aún lo hace a los criminales responsables de estos hechos.

16 de octubre de 1976: El diario caraqueño Punto da a conocer que la DISIP incautó explosivos, armas y una emisora de radio en la empresa ICICA, financiada por la CIA.

WASHINGTON COMIENZA SU JUEGO PARA ENCUBRIR SU PARTICIPACIÓN DE SUS SERVICIOS DE INTELIGENCIA EN LOS HECHOS RELACIONADOS CON EL SABOTAJE, EN PLENO VUELO, DE UN AVIÓN CIVIL.

28 de octubre de 1976: Comienza en Bridgetown la investigación pública sobre el desastre, la cual se extendió hasta el 3 de diciembre de ese año. Barbados invitó para estar representados a Cuba, otros países caribeños y Canadá, por ser donde se fabricó la aeronave. Estados Unidos pidió participar.

La representación cubana entrega a la comisión investigadora las pruebas y evidencias en su poder, que incluyen el informe del perito criminalista Julio Lara. Este sustenta que el sabotaje fue ocasionado por las explosiones de dos artefactos: una que ocurrió primero en la cabina económica, en un área cercana a la fila siete, y luego otra de gran potencia, cercana al baño número dos, probablemente en su interior. La onda expansiva de esta última afectó considerablemente los elementos del mando de cola y, como consecuencia, provocó una reacción incontrolable de la aeronave.

29 de octubre de 1976: Raymond Aguiar, abogado de Posada Carriles, es condenado por la jueza Delia Estava Moreno a ocho días de prisión, al pronunciarse de forma irrespetuosa ante la oficina privada del tribunal donde era interrogado su defendido.

El diario venezolano El Nacional informa que la policía de Trinidad Tobago había encontrado en poder de Hernán Ricardo planos de embajadas de Cuba en Venezuela, México y Jamaica.

2 de noviembre de 1976: La jueza Estava Moreno dicta autos de detención por homicidio calificado contra Lugo y Ricardo. La orden formal de detención también afecta a Bosch y Posada Carriles, sindicados como autores intelectuales.

Oscar Alemán, juez tercero de primera instancia, declara sin lugar un recurso de habeas corpus presentado a favor de Posada Carriles.

18 de noviembre de 1976: Poco después de presentar declaraciones ante la jueza Delia Estava, el terrorista Posada Carriles admite a la prensa haber estado involucrado en la invasión mercenaria que desembarcó por la Bahía de Cochinos, Cuba, en 1961 y manifiesta que fue preparada por la CIA, a la que pertenece.

23 de noviembre de 1976: Hernán Ricardo admite ser agente de la CIA desde 1970.

27 de noviembre de 1976: El abogado Francisco Leandro Mora presenta un recurso de recusación en contra de la jueza Estava Moreno, basado en que esta ha manejado el proceso con desventaja para los detenidos, y solicita el traslado del expediente a otro tribunal.

30 de noviembre de 1976: La jueza Delia Estava remite el expediente del sabotaje al juez séptimo de lo penal, Héctor Marcano Batistini, con motivo del recurso interpuesto. A la vez, remite la recusación de Mora al juez superior, José Alfredo Rodríguez, para que determine si tiene lugar o no. Poco después de recibir el expediente, Marcano Batistini manifiesta que se inhibirá de conocer el caso por considerar que Mora también lo recusará a él, debido a la existencia de problemas personales entre ambos.

2 de enero de 1977: Es declarada sin lugar la recusación interpuesta contra la jueza Estava Moreno y le es impuesta al abogado Mora una multa.

1 de febrero de 1977: El diario venezolano El Mundo informa que la jueza Delia Estava es recusada por Freddy Lugo, "por ofensas proferidas contra él y su señora madre".

Foto: Tomada de Radio Rebelde

17 de febrero de 1977: El juicio por sabotaje al avión de Cubana queda en suspenso al inhibirse el juez cuarto en lo penal, Guillermo Tell Aveledo, quien tenía el expediente de recusación. En medios del tribunal se supo que el abogado Raymond Aguiar había enviado una carta a Tell Aveledo amenazándolo, porque sus decisiones estaban supuestamente parcializadas. Le corresponde entonces decidir al Juez Superior Penal, Jesús Moreno Guacarán.

18 de febrero de 1977: La nueva inhibición, presentada por Moreno Guacarán, origina la intervención del Consejo de la Judicatura y del Ministerio Público, que califican de grave tal actitud.

19 de febrero de 1977: El Consejo de la Judicatura ordena a la Inspectoría General de Tribunales que investigue las sucesivas inhibiciones de jueces.

16 de junio de 1977: Se reinicia el proceso contra los terroristas.

23 de junio de 1977: Delia Estava Moreno es autorizada a continuar, luego de declararse sin lugar el recurso interpuesto en su contra. Con esto se pone en marcha el proceso, estancado durante seis meses por las enrevesadas maniobras de los abogados defensores dirigidas a eliminar a la jueza de este caso.

10 de julio de 1977: Se da a conocer el informe, en ocasiones dramático, de la comisión técnica de Barbados, que aporta nuevos elementos sobre el sabotaje. Destaca los esfuerzos realizados por los pilotos, quienes maniobraron durante siete minutos desde la explosión de la primera bomba hasta la precipitación del avión al mar.

20 de julio de 1977: La corte califica de inadmisible la tercera recusación presentada contra Estava Moreno por los abogados defensores.

29 de julio de 1977: La jueza ordena ocho días de arresto contra los abogados defensores Raymond Aguiar, Carla del Solar, Francisco Leandro Mora y Pío González por considerar irrespetuosas las frases que utilizaron en su contra. Los dos primeros no pueden ser detenidos por encontrarse en Miami.

11 de agosto de 1977: Los abogados defensores de los terroristas pretenden nuevamente obligar a la magistrada Estava Moreno a inhibirse de continuar conociendo el expediente mediante otra recusación

15 de agosto de 1977: Orlando Bosch es llevado al juzgado para declarar en torno a un segundo juicio en su contra, iniciado por el presidente venezolano Carlos Andrés Pérez al considerar una ofensa las manifestaciones hechas en julio por el contrarrevolucionario a periodistas del diario norteamericano Daily Journal. Bosch justifica tanto el sabotaje contra el avión cubano en Barbados como un atentado perpetrado el día anterior contra una aeronave militar de Venezuela.

16 de agosto de 1977: El ministro de Defensa, General Fernando Paredes Bello, demanda a los tribunales militares una investigación sumarial sobre el acto terrorista contra el DC-8 de Cubana luego de que, tres días antes, la jueza había pasado el caso al Consejo Permanente de Guerra.

23 de agosto de 1977: El juez militar primero, teniente coronel Néstor Morillo, dicta auto de detención contra Luis Posada Carriles (venezolano por naturalización), Freddy Lugo y Hernán Ricardo, por traición a la patria, y a Orlando Bosch por rebelión militar y homicidio. Los detenidos se hallan en la cárcel militar de San Carlos, en Caracas.

26 de agosto de 1977: El juicio por irrespeto al presidente Pérez seguido contra Bosch, pasa a los tribunales militares.

1 de septiembre de 1977: Los abogados defensores renuncian por considerar que el juicio no debe ventilarse en los tribunales militares.

28 de septiembre de 1980: Organizaciones y personalidades políticas venezolanas muestran su rechazo cuando el fiscal militar de Venezuela solicita la absolución de los cuatro terroristas causantes de la voladura de un avión cubano en pleno vuelo. Gustavo Machado, presidente del Partido Comunista, comparte, en un mensaje al pueblo cubano, "la justa indignación por la incalificable decisión absolutoria".

El expresidente Carlos Andrés Pérez manifiesta: "Estoy profundamente asombrado".

La periodista venezolana Alicia Herrera informa, en conferencia de prensa, ser depositaria de las confesiones que le hicieran Orlando Bosch y Freddy Lugo durante las visitas que, por casi tres años, ella realizó a la cárcel de San Carlos. Dijo que podía denunciar ante el mundo que conocía profundamente, por confesiones de sus autores, los pormenores de este crimen y la trama vergonzosa que tejió el gobierno de Luis Herrera Campins para exonerarlos de culpa, aseguró y poco después escribiría el libro: “Pusimos la bomba… ¿y qué?”.

18 de agosto de 1985: Respaldado por la CIA, Luis Posada Carriles se "fuga" (se conoce, por evidencias, que recibió apoyo de los servicios de inteligencia de Estados Unidos), durante un cambio de guardia, por la puerta de la cárcel de máxima seguridad en que se hallaba.

Gaetón Fonzi, investigador del Congreso de Estados Unidos, reveló en un libro que "Jorge Mas, presidente de la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA), fue apoyado por la red encubierta del teniente coronel Oliver North, después que sus amigos de Miami le proporcionaron el dinero para el soborno de los funcionarios de la prisión".

Después de 15 días en Caracas, es trasladado a Aruba, en un barco camaronero. De allí viaja en un avión privado a Costa Rica y posteriormente a El Salvador. Todas las operaciones son financiadas por la FNCA e indirectamente por la CIA.

El inescrupuloso personaje, bajo el falso nombre de Ramón Medina, se incorpora, en la base aérea de Ilopango, al grupo que organiza los suministros a la contrarrevolución nicaragüense. También formará parte de la red de tráfico de armas controlada desde Washington por el Teniente Coronel Olivert North, asesor para la seguridad interna del entonces presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan.

Foto: Tomada de Cubadebate

Octubre de 1986: Al desatarse el escándalo Irán-Contras, Posada Carriles se vincula a un grupo de instructores venezolanos que asesoran a la policía salvadoreña en técnicas contraguerrilleras y de interrogatorio. Existen pruebas de torturas realizadas y asesinatos de personas en esta nación que involucran a este terrorista quien falleciera, libremente, en los Estados Unidos.

Ver además: 

Abominable acto terrorista organizado por sicarios radicados en Miami