Foto: Tomada de Radio Rebelde

Lo acontecido el 6 de octubre de 1976 a consecuencia de un abominable acto terrorista dejó profundas huellas en el corazón del pueblo de Cuba. Ese día sicarios como Luis Posada Carriles y Orlando Bosch (cobijados hasta fallecer en La Florida), sur de Estados Unidos, organizaron el sabotaje a un avión de Cubana que hacía la trayectoria desde Barbados hacia La Habana.

En ese vuelo viajaban más de 70 personas, entre estas el Equipo Juvenil de Esgrima que regresaba a la Patria luego de vencer en el Campeonato Centroamericano y del Caribe efectuado en Venezuela, entonces los adolescentes y jóvenes habían representado dignamente a su pueblo y llevaban sobre sus pechos la medalla de oro alcanzada en el cónclave.

Foto: Tomada de Cubadebate

Y aunque los autores directos fueron Hernán Ricardo y Freddy Lugo, de origen venezolano, los cuales servían por prebendas y dinero a terroristas como Posada y Bosch, estos últimos fueron los máximos organizadores del aborrecible hecho, y son quienes cínica y públicamente reconocieron su crimen. Sin embargo, no recibieron el castigo merecido por sus atrocidades a pesar de las pruebas en su contra.

Por el contrario, estos verdugos que laceraron la vida de seres humanos fueron protegidos en Estados Unidos (EE.UU.), el país que se autoproclama “paladín de la lucha contra el terrorismo” y cual su gobierno se atreve además, a acusar a la Isla de patrocinar ese flagelo que tiene historia de fomentarse en Miami, desde donde se han planificado decenas de atentados, incursiones armadas y sabotajes contra la Mayor de las Antillas la cual por esa causa tiene más de 4 000 víctimas por acciones terroristas dirigidas por agentes de la CIA o integrantes de la nómina de Washington y la mafia miamense.

Foto: Tomada de Trabajadores

Resulta inmoral y particularmente repulsivo que se haya incluido a la Isla en una lista espuria de naciones que patrocinan el terrorismo, cuando la Casa Blanca y su Agencia Central de Inteligencia bien conocen dónde están los verdaderos terroristas. Esto constituye un acto de lesa humanidad por cuanto asedian a la víctima, el pueblo noble y pacífico que desea construir su desarrollo sin injerencias y con armonía.

Ante la opinión pública mundial es evidente que por cuestiones políticas e ideológicas el gobierno estadounidense desconoce la ética y el respeto entre países con sistemas y maneras de pensar divergentes lo cual viola flagrantemente el derecho de las naciones a su autodeterminación refrendado en la Carta de la Organización de Naciones Unidas (ONU) desde su fundación.

La voladura en pleno vuelo del avión cubano significó una barbarie solo comparable con las huestes hitlerianas.

Esta fecha fue declarada en la nación caribeña como Día de las víctimas del Terrorismo. Las familias de los asesinados y la población cubana no olvidarán jamás este suceso que conmovió a todo el pueblo, y tuvo significativas repercusiones internacionales.

¡Basta de crímenes y asedios contra Cuba!

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Inmortales