La habanera Marina Rodríguez concluyó en el octavo lugar en la división de los 64 kg de la halterofilia de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, idéntico puesto que ocupó hace cinco años, en la magna cita multideportiva celebrada en Río de Janeiro, en 2016.

Par de errores en la ejecución (uno en arranque y otro en envión) impidieron que la capitalina quedara mejor ubicada, en una final donde el nivel técnico suele ser tan elevado que este tipo de imprecisiones pueden costar caras.

Al inicio, Marina alzó con relativa facilidad los 95 kilogramos en el arranque, pero en el intento siguiente fracasó con 98 kg, debido a que cerró el peso arriba. Finalmente lo consiguió, en una tercera tentativa.

En el envión pudo levantar 118 kg con claridad, pero después falló al tratar de elevar los 123 kg, aunque en su tercera salida a la plataforma logró alzarlos.

En definitiva, su biatlón fue de 221 kg, algo distancia de la ganadora, la canadiense Maude G. Charrom (236 kg). La plata la mereció la italiana Giorgia Bordignon (232) y el bronce lo ganó la taipeiana Wen-Huei Chen (230).

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