Hace solo unos días —el lunes 19 de abril— la noticia comenzó a divulgarse por varios medios de prensa: la niña habanera Andrea Sophia Herrera Rodríguez, de la categoría 11-12 años, ganó la medalla de oro en el Primer Campeonato Internacional de Poomsae que organizó, de modo virtual, la Federación Cubana de Taekwondo.

A pesar de su temprana edad —cumple 12 años el venidero 6 de noviembre— su nombre no es nuevo en los reportes de colegas en páginas o espacios deportivos. Después de la llegada de la COVID-19, sus 18 títulos en  lides online, en igual número de competencias, hablan por sí solos del notable virtuosismo de Andreíta. De ellos, 17 han sido conquistados frente a contrincantes de diversos países.

Se inició como atleta en septiembre de 2018 y desde entonces los éxitos le han acompañado. Muy pronto, en noviembre del propio año, se impuso en el evento de Flexibilidad de la II edición del Festival de Habilidades “Escorpiones Blancos de Boyeros”. En esa misma justa también lideró en la prueba de Poomsae libre.

Posteriormente, su expediente competitivo se enriqueció de manera vertiginosa. En campeonatos presenciales, antes de la irrupción de la pandemia global, llegó a acumular 10 primeros lugares: de ellos consiguió tres en la modalidad de combate, y se adjudicó siete en Poomsae.

Al hablar de su predilección por la disciplina que practica, la prometedora atleta le confesó a Tribuna de La Habana que “antes me gustaba mucho la gimnasia y el patinaje, y aun así fue el taekwondo el elegido”. Al respecto, señaló con agradecimiento que “todo empezó cuando mis profesores fueron a hacer captaciones a mi escuela”.

Por si fuera poco su extraordinario desempeño en el deporte, una breve incursión por internet, en busca de información preliminar sobre Andrea, hizo que el azar le permitiera a este redactor descubrir otro de los talentos de esta niña polifacética…

Aunque reconoce su preferencia por la actividad deportiva, ella también forma parte del taller virtual Planeta de los cuentos, acogido por la Casa de la Poesía del Centro Histórico de La Habana.

Y, como los triunfos parecen mimarla, en febrero pasado estuvo entre las premiadas, por su cuento El gato y la brujita, del cual también hizo algunas hermosas ilustraciones.

Andrea Sophia cursa el sexto grado en la escuela primaria Ismaelillo. Destellos de su futuro a menudo le iluminan el presente. ¿El taekwondo?, ¿la literatura?, ¿será ilustradora?, ¿comunicadora?... ¿será todo a la vez? El tiempo dirá. Mientras, solo cabe augurar —y desear— un destino extraordinario para una niña sorprendente.

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