Cuando la Comisión Nacional dio a conocer los atletas preseleccionados para el equipo Cuba que saldrá el próximo mes de mayo en busca del boleto olímpico en Florida, Estados Unidos, busqué en vano el nombre del receptor capitalino Frank Camilo Morejón.
Pensé que quizás, dada su vasta experiencia detrás del plato de 17 Series Nacionales, estaría en la nómina del joven equipo que iría a la Copa del Caribe en Curazao para al menos guiar allí con maestría a varios de los talentosos bisoños convocados, pero también estaba ausente.
No muchos conocen la real importancia de contar con un receptor de esa categoría en un partido de béisbol. Algunos no valoran tal vez el trabajo de esos enmascarados, únicos jugadores a la defensa que en pleno partido están de frente al diamante, y muchas veces hacen una labor silenciosa que se traduce en victorias para su equipo.
Morejón, de 35 años, es un guerrero que ha demostrado su valía en múltiples batallas industrialistas y con el traje de las cuatro letras. Es de esos hombres en el campo de juego propenso a lesiones por su temerario comportamiento, siempre dispuesto a estrellarse contra los colchones o bloquear su territorio con destreza y coraje, para lograr un out para su equipo al costo que sea.
En esta temporada, donde precisamente estuvo lesionado por una colisión, en la que puso en riesgo su anatomía por el bien grupal, participó en 42 desafíos y después de 246 entradas jugadas y 185 lances, apenas cometió un error, para concluir con un excelente average defensivo de 995. Dos passball y cuatro corredores sorprendidos en 14 intentos no reflejan el impacto del máscara en cada combate, muchas veces recibiéndole a lanzadores muy jóvenes con poca experiencia en nuestros clásicos nacionales.
A la ofensiva promedió para 300 exactos en 90 turnos oficiales, y una vez más demostró su rendimiento en momentos claves del juego al compilar para 333 con hombres en bases, remolcar al 25 % de los que encontró en posición anotadora, y traer en cuatro oportunidades para el plato la carrera del gane o del empate.
Sin dudas, me falta Frank Camilo en esas listas. Dejar en casa al que muchos especialistas catalogan como uno de los receptores más defensivos de la pelota cubana, es un “lujo” que no podemos permitirnos en estos momentos donde está en juego nuestra participación olímpica en el deporte más hermoso del mundo. Nos vemos en el estadio.
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100 % de acuerdo
Creo que te equivocaste, debes ser meno agresivo, lo nuevo es nuevo, el pasado no perdona, de llevar a Camilo, entrenó a Pestano o a Juan Castro
Creo que el receptor capitalino aportaría en la defensa pero hay que probar con otros receptores
Es cierto todo eso, deberían pensarlo mejor, pero quizás ya no sea de interés de la Comisión Nacional, el tiempo dirá.
También he quedado sorprendida de ver qué Frank Camilo Morejón, no está en ninguno de los dos equipos, cómo valoraron los dirigentes a los mejores, si los dejan fuera, espero se rectifique este gran error