Con un año de inactividad física producto del necesario aislamiento social para combatir la covid-19, el habanero Bastian Castro Infante, del deporte taekwondo, continúa cosechando triunfos desde su casa en el municipio de Boyeros.

A pesar de sus 12 años de edad, ya acumula 28 medallas en eventos nacionales e internacionales, convirtiéndose en uno de los mejores atletas de esta disciplina. 

Foto: Cortesía del entrevistado

“Comencé en este deporte a la edad de nueve años; es un arte marcial muy técnico, explosivo, se necesita disciplina y concentración en los entrenamientos. La modalidad poomsae nos hace personas útiles, de bien, pues prevalece el respeto y colectivismo. Prefiero como técnica el combate, pues hay que escuchar al entrenador con el objetivo de que el contrario realice lo que quieras y logres la victoria”, señaló.

El joven de 1,59 de estatura muestra calidad en el colchón, donde los elogios permiten a sus colegas de equipo destacar valores.

Una de ellos, Andrea Sophia, opinó: “Se esfuerza en todos los eventos competitivos, ayuda a todos y tiene buen desempeño, lo cual hace posible excelentes resultados. Es mi mejor compañero”.

Alegre, preocupado, pero firme en sus planteamientos, confío a Tribuna de La Habana sentirse muy agradecido por la ayuda y consejos de sus padres, amigos, entrenadores y de la Revolución, pues sin ella nada fuera posible.

“Mi sueño es ingresar a la Escuela de Iniciación Deportiva Escolar (eide) Mártires de Barbados, integrar el equipo nacional y representar dignamente a mi país. Entreno en mi casa bajo la tutela de Nidia Muñoz y otros profesores que están pendientes de mi salud, señalan errores y hacemos ejercicios de fuerza, resistencia y flexibilidad”, puntualizó

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