Los capitalinos recibieron con beneplácito la noticia de que cuatro de los peloteros de Industriales pronto partirán a otras tierras para incursionar en ligas profesionales. Según ha trascendido el jugador de cuadro Wilfredo Aroche y los serpentineros Héctor Ponce y Eddy Abel García están a punto de firmar contratos para jugar en Italia y, el slugger y fuerte candidato al MVP de la temporada, Lisbán Correa, está en espera de hacerlo con algún equipo de la Liga Mexicana.

Otros, por la calidad y el salto cualitativo que han dado, pudieran también engrosar esos listados más adelante, mientras algunos nombres que no se han manejado esta vez, por haber estado gran parte de la campaña bajo el azote de las lesiones, no demorarán mucho en hacerlo cuando comience la próxima contienda.

La Federación Cubana de Béisbol continúa abriendo las puertas, poco a poco, a estas contrataciones y es posible que algunos de estos atletas no estén presentes en una buena parte de los partidos de nuestro campeonato doméstico cuando comiencen las Ligas invernales. Por otra parte, las esperanzas de reactivar el acuerdo con las Grandes Ligas (MLB) abriría mucho más el abanico de posibilidades para la firma de nuestros peloteros a lo largo de todo el país. Se hace necesario que nuestros directivos y profesores redoblen los esfuerzos para garantizar la preparación de nuevos atletas capaces de brindar un espectáculo de calidad en nuestra Serie Nacional.

Desde que este deporte se practica en Cuba, los peloteros han salido “debajo de las piedras”, no por gusto el béisbol será proclamado en poco tiempo Patrimonio Cultural de la Nación, pero los tiempos han cambiado y estas nuevas generaciones han encontrado otras motivaciones en otros deportes como el fútbol, por ejemplo, y por múltiples factores ha disminuido considerablemente aquel ejército masivo que inundaba las áreas deportivas de béisbol hace varios años.

Por eso, ahora más que nunca, es tan importante el trabajo en las categorías infantiles, en las academias provinciales y en las escuelas de iniciación deportiva. No hay mejor ejemplo que lo sucedido en este campeonato cuando los Industriales necesitaron de los peloteros de la reserva para lograr su clasificación a la postemporada. Esto solo fue posible por el trabajo que hicieron varios profesores, entre ellos Rey Vicente Anglada, preparando en paralelo a esos jóvenes durante la justa deportiva hasta que les llegó el momento de asumir protagonismos.

La Serie Nacional es y debe seguir siendo el mayor espectáculo deportivo del país; pero para esto hay que invertir tiempo y recursos para que los pilotes que sostienen al béisbol no se quiebren jamás. Nosotros los aficionados, nos lo merecemos.

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