Una de las primeras medidas erigidas por la Revolución fue la Campaña de Alfabetización que posibilitó a miles de cubanos, que jamás habían tenido acceso a instituciones educativas del país, aprender a leer y escribir.
Adolescentes y jóvenes del territorio nacional se sumaron a las brigadas alfabetizadoras que llevaron la luz de la enseñanza por montañas, llanos y ciudades. Apenas había transcurrido un año del triunfo del Primero de Enero de 1959 cuando el máximo líder Fidel Castro ya advertía la necesidad de erradicar el analfabetismo enraizado durante décadas de república mediatizada, lo cual se logró dos años después.
El avance de la Educación en la Mayor de las Antillas alcanza en la actualidad indicadores muy favorables, solo comparables con naciones altamente desarrolladas. Más de un millón de cubanos han alcanzado en estos años títulos universitarios, y de igual manera un considerable número de jóvenes egresados de nivel medio superior o de diversas escuelas técnicas cuentan con un alto nivel de calificación para asumir los retos que impone el desarrollo de la sociedad en su conjunto.
Los profesionales de este sector han tenido un significativo rol en el despegue del proceso docente-educativo. Con novedosos métodos pedagógicos han contribuido de manera decisiva a edificar el futuro, impartiendo conocimientos y experiencias a las nuevas generaciones convocadas a dar continuidad al proceso de actualización del modelo económico y socialista de la Isla que está orientado a alcanzar mayor nivel de satisfacción y prosperidad para todos los ciudadanos.
El 22 de diciembre es una trascendental e histórica fecha. Ese día de 1961 por vez primera en la historia se declaraba Cuba “Territorio Libre de Analfabetismo” con lo cual se vencía a partir de entonces la precaria situación existente de Educación en el país que prevaleció durante los gobiernos anteriores a la Revolución.
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