Doctor Francisco Pérez Lemus. Foto: Pavel López Guerra

Para el doctor Francisco Pérez Lemus, la intervención con el candidato vacunal Abdala en la localidad de Guanabo, en el municipio de La Habana del Este, no podía correr mejor suerte.

El también profesor de la Facultad de Ciencias Médicas Calixto García ha sido designado como investigador y responsable para el seguimiento minucioso del proceso dentro de este Consejo Popular, que incluye exactamente nueve puntos vacunatorios, labor que lo ha mantenido ocupado casi dos semanas, aunque promete llegar a feliz término en horas de la tarde de este viernes 21 de mayo.

Moviéndose como un bumerán entre los comunidades de Jústiz, Santa María, Peñas Altas, Boca Ciega, todas dentro del territorio, el científico reconoce hacia la recta final de la intervención que el balance se asemeja grandemente al triunfo.

"No hemos tenido dificultades, y sí mucha colaboración, sobre todo de integrantes de la comunidad y del gobierno municipal. La dirección de Salud, junto con los investigadores vinculados al proceso, ha velado porque las normas y protocolos se cumplan al pie de la letra", afirmó a nuestro medio al interceptarlo en las puertas del Consultorio No. 13, en el reparto Alturas de Marbella, una de las más concurridas áreas de vacunación.

-¿A punto de concluir la presente fase cuál sería el saldo estadístico de la intervención para una región de tan significativa amplitud geográfica?

-Aun quedando una jornada por delante ya Guanabo exhibe orgullosa un 73 % de personas vacunadas. Más certeramente 11 743 dosis administradas a una población que ronda los 15 573 habitantes. A nivel municipal, los parámetros son aproximadamente coincidentes en porcientos por esta fecha. Hay días que las cifras suben mínimamente; otros bajan por circunstancias que nada tienen que ver con la aceptación del candidato. El miércoles, las lluvias pueden haber condicionado que la población saliera menos, por ejemplo, pero siempre dentro del ritmo ya concebido y esperado.

-Algunos, más que todo en los inicios, temían por cierto imprevisto efecto secundario de Abdala ¿Cuáles han estado presentes en esta área que nos encontramos?

-Justo en este consultorio en toda la semana apenas han habido tres efectos indeseados -puede influir el trabajo sobre grupos etarios más jóvenes-. Fueron pacientes ya hipertensos que manifestaron cifras ligeramente elevadas por muy corto tiempo al medírseles la presión arterial. Casi no nos dejaron implementar el protocolo establecido, pues cuando nos aprestamos a darles seguimiento para mitigar los síntomas, verificar zonas de enrojecimiento en su cuerpo y reevaluamos su presión y temperatura, ya alcanzaban la estabilidad. Ha ido menguando sobre la marcha, al constatarse los resultados reales de este proceso, el poco temor que algunos experimentaron en los inicios.

-¿Podría hablarse de una acogida mayoritariamente positiva del candidato por parte de la ciudadanía?

-Abdala ha tenido muy buena aceptación. Todo el mundo se ha sentido alegre y ha fluido el proceso, pese a que la vacunación continúa siendo voluntaria y se realiza el consentimiento informado antes de iniciar el ciclo.

"El trabajo educativo y profiláctico realizado aquí y en cualquiera de los cuatro municipios en intervención (La Habana del Este, Guanabacoa, Regla y San Miguel del Padrón) cumplió su objetivo. No hay una persona que no perciba al candidato como algo provechoso; lo sienten como un logro de los científicos y de la gestión del Gobierno (...) Ha sido una lucha crucial para evitar que la gente enferme o, aún peor, muera como resultado de esta pandemia".

-¿Algunas impresiones finales?

-Solo destacar el aseguramiento de todos los elementos dentro de este estudio. Recordemos que hasta la numeración de cada bulbo se registra, así como los datos del paciente al que fue aplicado. Es un proceso muy riguroso y de absoluto seguimiento. Una cadena perfecta donde todos cumplen un rol importante: quienes mantienen las condiciones de frío, las autoridades locales, el personal para primeros auxilios, los que garantizan la higiene, los funcionarios que controlan el cumplimento de los protocolos. Importantes al igual que los médicos y los especialistas en enfermería. Al final, siempre mediando lo voluntario del acto, prima en los cubanos el impulso por protegernos de este flagelo a como dé lugar. Esa lucha por la vida tiene que mantenerse, sin retroceso, como nuestra máxima prioridad.

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