El ejercicio físico es fundamental para mantener el corazón en forma y evitar problemas cardiovasculares.
Camina, media hora, todos los días a paso rápido. Realiza una hora de yoga. Acude a natación, si te es posible, una o dos veces por semana.
Cuida tu alimentación para mejorar la circulación sanguínea:
Se debe reducir el consumo de grasas saturadas y golosinas; y eliminar la ingestión de bebidas carbonatadas y alimentos ultraprocesados.
Prioriza el consumo de frutas, vegetales y legumbres, por encima de cualquier comida preparada o congelada.

Modera el consumo de carne roja. Lo ideal es consumirla una o dos veces por semana y, a ser posible, magra. En este sentido, las carnes blancas son las más recomendadas para el consumo regular. En especial, el pollo y el pavo.
Los dulces y similares son alimentos procesados con alto nivel calórico. El azúcar es un enemigo de tu salud, al igual que la sal, así que evítalos. No se trata de eliminarlos por completo, sino de aprender a vivir sin depender de ellos y consumirlos de forma moderada.
Cada vez que sientas sed, bebe agua. Evita recurrir a bebidas comerciales, incluso las que tengan la etiqueta de “light” y afines.
A pesar de que es fundamental que te mantengas hidratado, evita caer en la sobrehidratación, ya que esto puede descompensar tu organismo.
La vitamina C juega un papel importante en la salud del corazón y del sistema circulatorio. Según datos de la Universidad Estatal de Oregon (Estados Unidos), ayuda a prevenir la hipertensión, la enfermedad coronaria y los accidentes cerebrovasculares.
Por otra parte, esta vitamina mejora el metabolismo del colágeno, un elemento esencial para la formación y fortalecimiento de las paredes arteriales.
Come ajo dentro de una dieta equilibrada. Consume más fuentes de omega 3 y 6.

Fuente Mejor con Salud)
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Muy buenas sugerencias, Evaluna! Gracias!
Gracias Nani!!!