En los últimos meses hemos constatado diversos artículos periodísticos de diferentes medios de comunicación y redes sociales abordando la compleja situación de higiene, particularmente en relación con los microvertederos que proliferaron en la Capital.
Y uno de los tantos lugares que han sido tratados por su dimensión e incidencia en la densidad poblacional con que cuenta su entorno, es el emblemático parque Piñera del Cerro, sobre el cual se comentó en otros contextos. Pero es justo señalar que en los últimos días su imagen en cuanto a limpieza ha mejorado, destacándose la poda de sus áreas verdes y la labor (que merece ser reconocida) de uno de los trabajadores que diariamente, con saco en mano, recoge los desechos sólidos que personas negligentes y a causa de indisciplinas sociales, diseminan por su radio de acción.
Igualmente ha disminuido en ese lugar la extensión de los microvertederos que llegó a ser muy crítico. No obstante, sigue sin solucionar la ubicación de contenedores que pueden solventar definitivamente esta cuestión, pues los que existen están muy deteriorados, y son insuficientes.
Lamentablemente, aunque se evidencia voluntad y accionar más dinámico por resolver esta problemática, aún persisten en mayor y menor medida en otras zonas y territorios habaneros, acumulación de desechos sólidos en calles e intersecciones.
La población comprende y existe conciencia que ello está fundamentalmente asociado a la escacez de recursos económicos-financiero y de personal para estas importantes labores, y que siguen constituyendo prioridad para sanear el medioambiente, por lo que cada Consejo Popular con sus iniciativas y escasos medios, deberá continuar evitando siga proliferando este flagelo.
Considerámos que como en ocasiones anteriores y experiencias ya transitadas en barrios y comunidades puede continuarse implementando alternativas e iniciativas que permitan solventar esta situación que atañe a gran parte de la población citadina que reside en sitios donde todavía abundan indeseables y peligrosos microvertederos. Generalmente se observa todavía en el interior de las localidades y áreas de la periferia.
El camino a recorrer en este difícil contexto económico para erradicar plenamente esta cuestión no es fácil, pero resulta preciso e indispensable por las consecuencias que acarrea a la Salud y también a la sensibilidad y motivación de los ciudadanos.

Vea también:
Vean en San Agustín meses 234 y 33 una cuadra de basura y fosa
hice un comentario y no publicaron en san agustin calle 234 y 33 hay una cuadra llena de basura hace meses,,, solo recojen en la calle 232 y 33 que por demas enseguida los vecinos arrojan basura,,,los camiones colectores si pasan pero comunales solo chapea,
¿Dónde se puede?, porque en La Habana no se puede. No existe un Consejo libre de basuras y escombros. Ni uno.
La crítica a Comunales es llover sobre mojado, ahora bien, que objetivo tiene el artículo periodistico?, en más de una ocasión he planteado que hay publicaciones periodísticas que dañan. El reconocimiento debe ser merecido, no por el trabajo de un día, ni en un punto dado, debe hacerse por la tarea de todos los días.
Ya estamos terminando enero y desde el 20 de diciembre ni barren el borde de la 5ta Avenida en el Consejo Miramar ni sus aceras, nadaaaa, 40 días!!! Si no hay Barrenderos, hay que buscar otra alternativa, por ejemplo: El Ejército Juvenil del Trabajo. Lo que sí no se puede es seguir sin tomar medidas, además, porque entre la basura y los escombros, que ya son insoportables, tampoco barren!!! ¿Hasta cuándo Servicios Comunales?