El final de la jornada de trabajo de Kleydin Lobaina pende como una espada de Damocles sobre su cabeza. Hace una semana el aseo personal lo realiza en el lugar donde labora: un taller de electromecánica para autos, donde el calor, las tensiones y la premura de los clientes no puede concluir con palabras fuera de lugar que hieran a quienes llegan en busca de una solución a sus problemas.
“Mi esposa y la niña están resolviendo con toallitas húmedas y esperan que llegue para buscar el agua necesaria en función de la cocina y los alimentos. Además de la sed que provoca, desde lo psicológico, no disponer de este servicio. Si al menos la trajeran en pipas…”, acota apesadumbrado. No es para menos.
Sin embargo, la cisterna que debe abastecer al edificio de 42 apartamentos -ubicado en el Reparto El Trigal, en la calle Alday, entre 100 y Santa Ana, Boyeros- es un depósito con un largo de más de doce metros por cinco de ancho y está llena de agua, al igual que el “hongo” de hormigón: una cisterna en la punta de su pedestal. Entonces, ¿Qué sucede?
Refiere Kleydin Lobaina que el delegado de la circunscripción está como loco. “Va de un sitio a otro y su rostro parece estar dentro de un saco de años, en la búsqueda de una respuesta para que la empresa Aguas de La Habana, sustituya un tubo de PVC y resolver la situación que afecta a estas familias.
Para nadie es un secreto el trabajo titánico que realiza Aguas de La Habana, especialmente en los duros meses que precedieron al mes de agosto y podía verse a sus brigadas en tareas de gigantes para reparar sistemas de bombeo, sustituir kilómetros de tuberías, mientras otras decenas de camiones ocupaban un lugar en el sistema de abastecimiento que dirigió el Gobierno de La Habana, incluso con la disposición de tanques fijos en aquellos sitios donde a la población les resultaba una forma de recibir el vital líquido; mientras se organiza y sustituyen redes de abastecimiento directo.
¿Cuánto deben esperar estas 42 familias si la solución del problema no obtiene una respuesta a pesar de las gestiones del delegado?
Otras informaciones:
Todo lo expuesto es real. Yo convivo en el edificio y se perfectamente todo lo que ha hecho el delegado para poder resolver el problema y no le dan solución. Ojalá y por esta vía se pueda lograr la alegría de los convivientes
Se el esfuerzo de los trabajadores, pero también hay una gran falta de respeto con la población con en el abasto de agua para varios municipios. Y ahora también con el pago en la plataforma de de Transfermovil de la factura del agua, yo desde el mes de junio no he podido pagar la factura y siempre lo hecho por esta vía, pregunto ¿ qué hago ahora ? quisiera respuestas
Buenas noches. Considero muy acertado el artículo. Debe señalarse que la gestión es un tema casi absolutamente subjetivo. La comunicación es vital para que las personas se sientan atendidas. Los directivos tienen entre sus funciones atender a sus subordinados. Los teléfonos corporativos son un medio ideal para agilizar las gestiones. Entonces, por qué no contestan las llamadas de quienes gestionan (El Delegado, en este caso, quien llama desde mi casa casi desesperadamente sin que lo atiendan) ¿Por qué es tan complicado el trámite para solucionar el vertimiento de aguas negras de la fosa del propio edificio de las 43 familias en cuestión? Ya hay un segundo río "Quibú" por ese motivo y los efectos de los vectores ya son notables, independientemente de la fetidez del metano que dimana de ella. Creo que no hay sensibilidad ante este fenómeno. Urge que sea solucionado de una vez por todas en pos de la salud de esta comunidad y de la salud de la propia credibilidad del gobierno del que somos partícipes.
Y como se nota el agua en Masó y 20 de Mayo que da pena por rotura de válvulas de cisternas de edificios y a nadie le importa.
Leo este artículo y tal parece que es de nosotros... los vecinos del edificio Escobar 510 entre Zanja y Salud, Centro Habana o, mejor dicho, de los vecinos de la cuadra de Escobar e/Zanja y Salud. Ya hace 1 mes que tenemos contaminación en toda la cuadra; primero en la cisterna del edificio 510 de la calle Escobar; después, parte de la cuadra y ahora, toda la cuadra. El Delegado imparable haciendo gestiones y ocupándose de todo. Sin embargo, se burlan de él al engañarlo continuamente y también a nosotros. Es inconcebible!!! Confiamos en el poder del pueblo, en nuestro Delegado, y a éste no le responden con acciones concretas sino con engaños. Aguas de La Habana refiere que debe esperar por la empresa eléctrica para romper y buscar el lugar de filtración. La empresa eléctrica dice que va y nunca aparece... y así pasan y pasan los días y la contaminación empeora pues Aguas de La Habana dejó las tuberías flojas para recoger muestras (que nunca más lo hicieron) y ahora también se infecta el agua de entrada con la de la suciedad y contaminación ambiental. Los huecos en la calle siguen abiertos, sigue la contaminación y el derroche de agua vertiendo por las tuberías que dejaron flojas... una situación verdaderamente...