Sin llegar a ser la Ciudad de los Puentes como Matanzas, ni tampoco Guanajay que alberga más de una veintena de estas construcciones, La Habana cuenta en su patrimonio varios puentes, facilitando el tránsito entre los diferentes puntos de la capital, muchas veces pasando desapercibidos a los ojos de los transeúntes, pero siendo de gran utilidad.

Muchos de los puentes que algún día prestaron servicio a los habitantes de esta urbe ya no se encuentran en pie, en parte porque los arroyuelos y zanjas que cruzaban fueron canalizados ante la impetuosa urbanización. Entre estos ya inexistentes encontramos el Puente de Villamarín, que unía las calles Infanta con Arroyo del Matadero, de gran importancia, pues pasaba sobre la Zanja Real. Construido en 1843, hasta el siglo XX se le consideró por muchos como el mejor puente de la ciudad, tanto por su belleza como por su calidad. La desaparición de la Zanja Real y la urbanización acelerada de la calle Infanta firmó su desaparición a inicios de la década del 40 del pasado siglo.

Otro de los ya derruidos fue el Puente de Galiano. Tenía dirección oblicua a la calle del mismo nombre, redireccionado después, más tarde se reconstruyó para servir de paso al ferrocarril, terminó desapareciendo cuando la zanja que cruzaba fue soterrada. Del Puente de Antón Mozo que estaba en la calzada del Monte y su cruce con Antón Recio se tiene noticia desde principios del siglos XVIII, aunque posiblemente haya sido edificado antes pues el ramal de la Zanja Real que cruzaba era más antiguo. La pavimentación de la zona lo hizo desaparecer.

El río Almendares Foto: Archivo de Tribuna de La Habana

En la actualidad son unos cuantos los que atraviesan ríos y calles de la urbe. El río Almendares, el más importante de la ciudad, llego a contar con seis de estos puentes. Uno de ellos ya no existe, fue el Puente de Miramar, o Pote, en honor al banquero que lo construyó en 1919. Enlazaba la Quinta Avenida en Miramar, con Calzada en el Vedado y era levadizo para permitir el paso de embarcaciones. En 1958 fue derribado para dar paso al túnel construido en el mismo lugar.

Puente de Hierro Foto: Tomada de Excelencias del motor

Otro es el Puente de Hierro, originalmente hecho para dar paso a los tranvías, y reconstruido con los restos del Pote al ser desmantelado aquel. Otro más pequeño es el que cruza el Almendares a la altura de la Avenida del Zoológico, en pleno Bosque de La Habana.

El más importante y conocido de todos los que cruzan el río capitalino es precisamente el Puente Almendares, nombrado oficialmente Puente Habana o Puente Asbert en honor al alcalde que lo hizo levantar. Inaugurado en 1911, tiene una longitud de 214 metros y un ancho de 13 metros, consta de varios arcos, siendo el mayor el que cruza sobre el agua. Ofrece una vista envidiable del río, el bosque y una parte de la ciudad.

Puentes Grandes Foto: Tomada de Excelencias del motor

Los últimos son los Puentes Grandes, que son dos, de ahí el nombre. Este conjunto fue comenzado a construir entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, mejorando el camino entre Calzada de Monte y lo que hoy es Avenida 51, mejorando la expansión de la ciudad hacia Marianao.

Puente de La Lisa Foto: Tomada de Excelencias del motor

También hay disimiles en toda la ciudad que permitieron el enlace de las vías ya trazadas con las nuevas que iban construyendo, a la par que posibilitaba la urbanización de las zonas alejadas del centro. Entre estos encontramos el Puente de La Lisa sobre el río Quibú construido originalmente en 1832. Más al oeste está el Puente de Arroyo Arenas o de Las Casas, que data de 1949.

Puente Alcoy, emplazado sobre el río Luyanó, que une las Calzadas de Luyanó y la de Güines Foto: Tomada de Excelencias del motor

También encontramos el Puente Alcoy, emplazado sobre el río Luyanó, que une las Calzadas de Luyanó y la de Güines, se terminó en 1851. Importante además el Puente de 100 y Rancho Boyeros a raíz de la expansión hacia el sur de la ciudad. Juntos a estos se pudieran mencionar los puentes de El Cotorro, del Calvario, y de Santa Fe en Guanabacoa, que constituyeron pasos de nivel para cruzar importantes vías de comunicación de la capital con el resto del país.

Puente de 100 y Boyeros Foto: Tomada de Redes Sociales

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