Hace exactamente un año, a dos meses de iniciada la pandemia en nuestro país, celebrábamos el día
de las Madres. En aquel momento enviamos un mensaje de amor y convocatoria, pues nuestro mayor
homenaje y la mejor manera de expresar todo el sentimiento que les profesamos debían ser diferentes
y lo demostramos con una muy alta responsabilidad y consideración.

Este año se repite el escenario epidemiológico y las cuidaremos en estos tiempos quizás como nunca antes. Este día de significación especial, es el momento en que resumimos hacia ustedes todo el cariño y respeto que merecen.

Quedarnos en casa será nuestro mayor regalo; cuidar a la familia será la máxima expresión de disciplina
y cariño, seguros de que disfrutaremos de sus abrazos cuando pasen estos momentos difíciles, haciendo además cumplir con disciplina el llamado que nos hiciera nuestro Presidente cuando expresó: ”Nadie está exento de padecer la enfermedad y poder contagiar a un ser querido”.

Hoy la batalla por la vida cobra un significado supremo. Las madres que en condiciones difíciles cumplen con sus obligaciones laborales y del hogar, demuestran la grandiosa obra que en ellas ha forjado la Revolución, merecedoras de infinito amor y ternura.

A todas las madres, nuestro agradecimiento, con la seguridad de que el inmenso beso que recibirán será cuando alcancemos el triunfo al final, el más anhelado y merecido de sus vidas.

En momentos en que la enfermedad ha hecho más certero y agresivo su ataque, cercenando la vida de más de 700 cubanos, sembrando tristeza y dolor en familias, amigos y vecinos, cumplir las medidas sanitarias se convierte en una acción impostergable.

Amar a nuestras madres, en estas circunstancias, implica en primer lugar cuidar de su salud, amémoslas
incondicionalmente hoy y para siempre, aunque sea de lejos. 

Consejo de Defensa Provincial de La Habana.

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