Frente a ella te das cuenta de que la grandeza va por dentro, que hay en los seres una estatura moral imposible de divisar a simple vista. Yusmielis García Clark no es muy alta, piel mulata, ojos que tornan entre lo pardo y lo negro. La presidenta del Tribunal Municipal de Boyeros solo tiene 27 años. Labora allí como jueza desde hace cuatro primaveras.
En tiempos de pandemia, al crearse los tribunales territoriales, ella trabajó en Marianao y en Diez de Octubre, atendiendo casos relacionados con la COVID-19.
Luego, en septiembre, la comunidad donde vive, Los Cocos, en Boyeros, fue declarada en aislamiento por concentrar poco más de una decena de casos positivos. Durante 28 días la joven encabezó una brigada en la cual participaron cinco vecinos, quienes distribuían insumos a familias vulnerables; les llevaban balones de gas, la canasta básica. A ella se sumaron técnicos, choferes, barberos que residen allí.

La premisa para cortar la transmisión era “nadie sale, nadie entra” y muchas veces tenían que trasladar hasta las casas recursos o medicamentos que los familiares acercaban hasta el perímetro del barrio.
Etapa difícil, pero que le permitió a Yusmielis ganar en experiencia acerca de la relevancia del aislamiento, la peligrosidad en que se incurre cuando son violadas las medidas higiénicas, sanitarias y de bioseguridad por acciones irresponsables. Desde entonces puede juzgar con mayor conocimiento de causa. Comenta que también creció como ser humano. Estuvo a expensas de enfermarse, pero decidió que la solidaridad debía estar por encima de todo.
Los valores se heredan. La maestra Margarita está orgullosa de su hija. Ella es la mamá de esta muchacha que acaba de recibir la distinción Jóvenes por la vida, otorgada por única vez por la Unión de Jóvenes Comunistas. “Hoy soy jueza gracias a ella… y disfruto que vea los frutos de lo que sembró” … dice Yusmielis
y esboza una sonrisa con unos labios que imagino carnosos detrás de un nasobuco negro, casi del color de sus ojos.
Yosnier mereció el reconocimiento junto a ella, a propósito de las celebraciones del Tribunal Provincial Popular (TPP) por el Primero de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores.

Su nombre completo es Yosnier Alginis Villalón López. Alto, delgado, mulato. Él es jefe del despacho del Presidente del TPP. Siempre tuvo vocación por estudiar Derecho. En los tiempos de COVID-19 se ha mantenido la dinámica de trabajo de ese órgano y su labor es diversa. Independientemente de los procesos que atienden de manera ordinaria, hacen especial énfasis en los relacionados con la pandemia, en pos de impartir justicia.
Juzgan a quienes violan las disposiciones dirigidas a evitar la transmisión, a los infractores que dejan de pagar en el tiempo establecido las multas impuestas por incumplir medidas higiénicas y sanitarias, a otros que aprovechan las actuales limitaciones económicas y de recursos para acaparar y revender productos de
primera necesidad.
Estos jóvenes pueden pasar ante la vista de cualquiera como muchachos comunes; sin embargo, frente a ellos, te das cuenta del protagonismo de los más bisoños en una epopeya que les exigió entrega y unidad. Son dichosos, porque hacen suya la idea del Apóstol de que ayudar al que más lo necesita, no es solo parte del deber, sino de la felicidad.
Otras informaciones: