Qué no le sabrá al Parque Lenin Caridad Rivero Fernández, de 76 años y operaria panadera de su centro de elaboración. Ella es una de los apenas nueve trabajadores de la fecha fundacional que allí se mantienen.

Es más que una fundadora. Comenzó en 1970, en el llamado Plan Bosque que, mediante la Federación de Mujeres Cubanas, propició cursos de capacitación en Gastronomía. Al centro de elaboración llegó en 1971 y hasta hoy no encuentra la puerta de salida. Considerada por el colectivo como mujer entusiasta, entregada y dedicada, se confiesa “extremadamente orgullosa de aún estar trabajando allí, por todo lo que he podido vivir en ese lugar”.

No se queda atrás Ramón Antonio Ferrán Mesa, quien se ha desempeñado como luminotécnico y técnico de audio desde 1972, cuando para los visitantes asistir al Lenin era abrir los ojos ante la maravilla.

Contexto desafiante

Por segundo año, la situación epidemiológica del país, y particularmente, de la capital, impide que el colectivo del Parque Lenin celebre el 22 abril un nuevo aniversario, el 49.

Concebido para impulsar un cambio en los conceptos de recreación, con actividades deportivas, recreativas y culturales al aire libre, en el actual contexto no puede cumplir sus propósitos fundacionales. Sin embargo, ajustadas sus metas, sigue aportando en las condiciones y con los requerimientos que exige esta etapa, elaborando ofertas gastronómicas para llevar y acercándolas a las comunidades próximas, explicó Lisset Rodríguez, especialista en comunicación.

En este contexto y acorde al nuevo modelo de gestión económica, el pasado 4 de febrero, coincidiendo con el Día del Trabajador del Comercio y la Gastronomía, dos instalaciones gastronómicas del parque fueron las primeras seleccionadas para la creación en La Habana de Unidades Empresariales de Base –UEB–: el Parador La Ceiba y el restaurante Las Ruinas, reestructuración que persigue allanar el camino a la eficiencia y la calidad.

Con 925 trabajadores, de ellos 420 mujeres y cinco directivas, proyecta imponerse en un escenario complejo. “El 2020 fue un año difícil para todos, la pandemia del SARS-CoV-2 impuso un modo de ser y actuar diferente que, en medio del bloqueo económico y financiero, dificulta la gestión empresarial. Por esta razón, la empresa se fortalece con la puesta en marcha del nuevo modelo que, con la participación del colectivo, posibilite revertir las afectaciones en los indicadores económicos”, indicó Yhanilsis Sánchez Reyes, directora de la agencia turística Forest Alys, creada como parte de la restructuración.

Que la COVID-19 no nos arrebate los sueños 

Para Ferrán, el parque necesita una mayor actividad cultural y recreativa, rescatando el área cultural, que ha sufrido gran deterioro: la Galería de Arte, la Peña Literaria, el Taller de Cerámica y el parque de diversiones. A su vez, comprende: “El anfiteatro que fue rescatado necesita el equipamiento de audio y luces, pero la situación económica no permite esa inversión”.

El veterano de mil batallas en este espacio verde de la ciudad ya sueña con el aniversario 50, en 2022. “Quisiera ver un parque renovado, pero hay que tener los pies sobre la tierra, se requieren recursos que el país no tiene; lo que sí está asegurado es el compromiso y el esfuerzo de los trabajadores para seguir siendo el parque de la familia cubana”.

Sueña también Caridad. “Para el medio siglo, desearía que haya pasado este mal momento y el Parque Lenin esté en todo su esplendor y sus áreas en funcionamiento para propiciar el disfrute, lleno de familias en las áreas verdes, compartiendo de opciones en la naturaleza. Eso anhelamos sus trabajadores”.

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