Máximo Revilla Fernández, español residente en Cuba, esperaba junto a la puerta que terminaran de limpiar su habitación, en el hotel Tulipán, de la cadena Islazul. Sin dudarlo, comentó: “la atención, de maravilla, como en un hotel de cuatro estrellas”.

Por sus problemas de salud, debe caminar cada día, lo que hizo sin salir de su cuarto, como establecen las normas, pero ello no lo disgustó en nada. “La limpieza, de maravilla. He dormido de primera, esto es como un cuatro o cinco estrellas, para que te enteres. Lo voy a recomendar en Madrid para que tomen nota y manden más gentes acá”, sostuvo.

Su interlocutora era Maritza Ortega, quien llegó de Estados Unidos. Ella, a su vez, confesó: “escogí el Tulipán por ser el más económico, pero pienso que no hay ninguno mejor que este, por el servicio, la higiene, la calidad de la comida y las personas que trabajan…diría que es excelente”.

Cuando en el turismo algunos han tenido una parada forzada por las circunstancias, otros, no se han detenido. Entre los hoteles que asumen acciones vinculadas al enfrentamiento a la epidemia, está el Tulipán, de la cadena Islazul.

Sin detenerse

“Desde el inicio de la COVID-19, en marzo de 2020, no paramos: primero, recibimos a turistas que quedaron varados en el país; luego, a integrantes de las brigadas Henry Reeve, a la partida y al regreso de sus misiones, y desde febrero, nos incorporamos a la operación Arribo”, sostiene Glenda Martínez Hernández, jefa de recepción.

Glenda Martínez, joven jefa de recepción del hotel Tulipán, de la cadena Islazul. Foto: Raquel Sierra

Como parte de las medidas para el control de la pandemia, desde inicios de febrero se estableció que los viajeros internacionales y cubanos que lo solicitaran, se hospedarían, a su cuenta, en instalaciones turísticas de diferentes cadenas y estrellas, mediante paquetes de alojamiento por seis días y cinco noches, con transporte desde el aeropuerto y desayuno-almuerzo y comida, a la espera de los resultados del segundo PCR.

Según la jefa de recepción, desde el inicio de la operación Arribo, el 8 de febrero, hasta la actualidad, han atendido 4 696 huéspedes y trabajado con más del 80 % de ocupación de las cien habitaciones disponibles.

La protección, lo primero

Como todos los hoteles que operan bajo esta modalidad, dijo la joven, se cumple con un riguroso protocolo establecido y certificado de conjunto entre los ministerios del Turismo y Salud Pública, que abarca medidas en materia de calidad, recursos humanos y operaciones y los procedimientos a seguir en las diferentes áreas, “siempre tratando de minimizar el contacto entre el huésped y el personal, para evitar transmisión en caso de que algún huésped resulte positivo”.

Con 11 años en el Tulipán, a José Antonio Aguilar, maletero, le corresponde dar la bienvenida a los huéspedes.Hay que cumplir las regulaciones de sanidad, que comienza con la desinfección del equipaje, la explicación del protocolo en el proceso de recepción y el traslado hacia las habitaciones, adonde ellos entran ya solos”, explica.

José Antonio, Tony, con nasobuco y careta, recibe y despide a los huéspedes. Foto: Raquel Sierra

Con el nasobuso y la careta reglamentarios, agrega: “tratamos que el cliente se sienta lo mejor posible, a pesar de estar en aislamiento, tratando de satisfacer sus necesidades”.

No poder salir de la habitación puede resultar incómodo, pero es lo establecido. Ante ello, se han organizado los servicios de manera que se garantice ese requisito. Para que “no corran el riesgo de mezclarse unos con otros, el servicio gastronómico se les entrega en la habitación, manteniendo el distanciamiento. Así también estamos protegiéndonos nosotros para poder proteger a la familia, en las casas”, destaca Darlen Corona Sánchez, maître del Tulipán.

El protocolo establece la entrega de los alimentos en la puerta de la habitación. Foto: Raquel Sierra

Además de las comidas incluidas en el paquete, que se reservan por los sitios https://experiencias.havanatursa.com y https://www.viajescubatur.com/ofertas, los huéspedes pueden solicitar otros alimentos, que también serán servidos en las habitaciones. “Contamos con una línea de atención al cliente las 24 horas, en recepción, para mantener una retroalimentación con ellos durante toda su estancia, acerca de su estado de salud y su satisfacción”, apuntó Glenda Martínez Hernández.

Igual rigor se sigue con la higienización de las habitaciones. De acuerdo con Anny Rosa Valdés Sánchez, supervisora de bloque habitacional, las camareras conocen a cabalidad el protocolo de la COVID-19. “Ellas usan sus medios de protección: batas, guantes y el nasobuco, y emplean los productos para la higienización y limpieza. Cuando van a limpiar, los clientes se retiran de la habitación en ese momento y luego se incorporan a sus cuartos”.

Los clientes no pueden transitar por los pasillos y las camareras de la zona roja tampoco pueden transitar por ninguna otra parte del hotel”, sostiene.

En obras

Dadas las características del hotel, que así lo permiten, la operación Arribo se desarrolla a la par de un proceso inversionista en parte de los bloques habitacionales, dirigido a elevar los estándares.

De acuerdo con Adonis Cruz Milián, jefe de servicios técnicos del Tulipán, la inversión comenzó en el año 2018 y comprende la sustitución de aires de ventana por split, mejoramiento de habitaciones: pintura, cambio de mobiliario e iluminación. Para este año, el proyecto prevé cien cuartos para completar 240 habitaciones, y luego continuar hasta llegar a las 334 habitaciones.

El proceso incluye también las llamadas áreas nobles: cafetería, restaurant, lobby bar, lobby central. “La cocina tuvo una avería en 2020, lo que conllevó a renovar las redes hidráulicas y sanitarias, enchapes, pisos y devolverle la vitalidad al equipamiento”, abundó Cruz Milián.

Esas remodelaciones, indicó, van a contribuir no sólo a mejores condiciones para la prestación de los servicios, sino también para el ahorro energético, ya que todo el equipamiento nuevo incrementa el poder de fuego de la cocina, tanto para las prestaciones del hotel, como a terceros. En el caso de las habitaciones, la tecnología Inverter debe contribuir también a disminuir el consumo eléctrico.

Otra de las mejoras es la sustitución de puertas de marquetería de aluminio por madera, con cierre magnético, lo que responde a los estándares de Islazul.


A cargo de la reparación de habitaciones se encuentra una brigada de 12 personas de la Cooperativa Multiservicios de la Construcción (CMC), radicada en Mantilla. Según Yandy Pando Díaz, jefe de ese equipo, hasta el momento debemos arreglar 130 habitaciones, muy deterioradas. Para garantizar la calidad del trabajo, el jefe de servicios técnicos del hotel la controla y certifica y solo entonces se dan por entregadas las habitaciones. “Hasta el momento hemos terminado 17”, dijo Pando Díaz.

La reparación defiende la inclusión de la producción nacional. Según Adonis Cruz Milián, no se está importando ningún tipo de mobiliario, tanto las puertas como los muebles de las habitaciones, son de fabricación nacional, a cargo de cooperativas del Fondo Cubano de Bienes Culturales.

En las habitaciones se montarán dos tipos diferentes de mobiliarios, ambos producidos en el país. Foto: Raquel Sierra

A juicio de la supervisora Anny, “el diseño de las habitaciones está basado en los protocolos de la COVID-19, hacerlas lo más sencillas posible, que a las camareras les permita limpiar más eficientemente, con los muebles alzados del piso y sin gavetas, solo entrepaños”.

Continuidad

En toda la epidemia, las medidas de protección y el cumplimiento de los protocolos han garantizado la salud. No es casualidad que, pese a estar en zona roja, no se hayan reportado trabajadores contagiados.

Nosotros nos hemos mantenido cumpliendo todas las medidas que hay que tomar: el lavado de las manos frecuente, el uso del nasobuco y las caretas, que evita que entre por los ojos… si se toman todas las medidas y se asegura la higiene, no hay por qué enfermarse”, opinó el maletero, más conocido por todos como Tony.

Cubanas y cubanos tenemos que aprender que esta enfermedad llegó para quedarse, y si ahora nos estamos cuidando, tenemos que seguir haciéndolo y extremando las medidas para un futuro”, opinó por su parte, la supervisora Anny.

Para cuando llegue la reapertura en la nueva normalidad, en los salones de reuniones, también renovados, se respetarán las distancias seguras. Foto: Raquel Sierra

Ver además:

Museo de Playa y el historiador de la localidad distinguidos por la nueva generación

Pallarés se revitaliza