La llamada industria sin chimeneas, indica la Organización Mundial del Turismo, ha sido uno de los sectores económicos más afectados por la pandemia de la COVID-19, y 2020, el peor de las décadas más recientes.

En La Habana, desde que comenzó la pandemia, el  año pasado, los trabajadores y las instituciones del turismo han estado dedicados a la lucha y al enfrentamiento a esta pandemia y ya son más de 3 000 los trabajadores del sector que se han vinculado a centros de aislamientos y hospitales COVID-19, dijo Luis Ramiro Pino, delegado del Ministerio del Turismo en la capital.

“Han estado en función del aseguramiento y el apoyo a todas las actividades que hagan falta en el sector sanitario, entre ellas, la higienización y la actividad gastronómica”, destacó.

Por ejemplo, dijo, en estos momentos una brigada integrada por personal del grupo extrahotelero Palmares, la entidad para la actividad náutica Marlin y Tiendas Caracol, que integran la Organización Superior de Dirección  Empresarial (OSDE) Cubasol, están rotando en el hospital Salvador Allende, como el resto del personal, en acciones de apoyo, sobre todo en Zona Roja.

De acuerdo con Pino, además, varias instalaciones hoteleras están brindando servicios al personal de la Salud que debe pasar su etapa de cuarentena. Son ellas: Bella Habana,  Las Terrazas,  el Lido, San Alejandro y se incorporan la Villa Panamericana y Villa Bacuranao.

“Estos son hoteles que le brindan servicios a ese personal que estuvo durante siete días en los hospitales, son aislados en esos hoteles también una semana después y deben permanecer otros siete días en su casa para lograr un aislamiento y una rotación”, abundó el delegado.

El turismo de La Habana está involucrado también en la nueva modalidad que comenzó el día 6 de enero, que establece que los clientes internacionales -y nacionales residentes en el exterior que así lo decidan-, tienen que hacer una cuarentena de seis días en instalaciones turísticas. “Se han habilitado varios hoteles, con una gama de precios amplia para brindar este servicio de alojamiento, en tanto los viajeros esperan el resultado de su segunda prueba de PCR”, dijo.

En esa tarea se encuentran el hotel Tulipán, de la cadena Islazul; Capri y Vedado, pertenecientes a  la cadena Gran Caribe, además del Comodoro, Parque Central y  Meliá Habana, que son del grupo Cubanacán.

Agregó que el turismo de la ciudad se mantiene brindando servicio de comida para llevar, algo que ha tenido muy buena aceptación en la población. En la actualidad, se encuentran vinculados a estas prestaciones más de 70 instalaciones entre hoteleras y extra hoteleras “y lo mantendremos mientras esta situación haga necesario hacerlo”, apuntó.

De acuerdo con el delegado, aunque el sector emplea productos de importación, priorizan la producción nacional y, en el caso de los productos del agro, todas las instalaciones tienen contratos con diferentes formas productivas que de manera sistemática los abastecen de diversos surtidos, precisó Luis Ramiro Pino, delegado del turismo en La Habana.

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