Como cada año, desde que fuera fundada en 1989, la Empresa de Movimiento de Tierras No.1 (Contingente Raúl Roa García), ha vuelto a merecer la bandera que los acredita como colectivo Vanguardia Nacional, del sector de la construcción, en lo que, al decir del Héroe de la República de Cuba, Antonio Guerrero Rodríguez, constituye –en términos beisboleros- un  juego perfecto: ¡31 años de existencia e igual número de veces entre los mejores del ramo de toda la Isla!

Sé que para los integrantes de la agrupación capitalina, y en particular para su director Roberto Pérez Rodríguez, tan meritorio como la realización de tamaña proeza resulta que un hombre de la talla de Guerrero Rodríguez comparta tal opinión y decidiera acompañarles en la ceremonia organizada para la entrega.

Fue, sobre todo, Tony el compatriota, colega, compañero de fila, el amigo quien, en el acto organizado al efecto, les felicitara, les aplaudiera no haberse detenido ni siquiera frente a la COVID-19 ni ante las limitaciones que impone el bloqueo, para al final –como es habitual- coronar con el éxito cada jornada.

Y lo dijo Caridad Núñez Collazo, secretaria general del Buró Sindical de la entidad, tras ratificar el compromiso de no desmayar. Decir Contingente Raúl Roa es decir, en esencia, abrir las principales construcciones de la capital con el movimiento de tierras, pero también obras sociales, edificación de viviendas, desarrollo y recuperación hidráulica, solución al socavado de la avenida Malecón, rescate de la Tribuna Antiimperialista, y muchos, muchos reconocimientos, llamados a reverenciar el deber cumplido: banderas por los aniversarios 60,70 y 80 de la CTC, la de Proeza Laboral en cinco ocasiones y la Distinción por los 500 años de la fundación de La Habana.

Llegar hasta aquí significa haber protagonizado un año con relevantes resultados en el cumplimiento de los compromisos  de producción o servicios, eficiencia económica y ahorro de recursos, acompañado de un cúmulo de realizaciones en las tareas sindicales. El Raúl Roa lo ha logrado año tras año desde su fundación hasta la fecha.

Tropa insignia de los constructores capitalinos y de toda la Isla. Así le calificó Carlos de Dios Oquendo, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Construcción (SNTC), quien les valoró como el mejor reflejo de la unidad, firmeza y patriotismo, que ha hecho posible que, aun cuando el viento en contra ha soplado fuerte, haya Revolución hoy y para siempre.   

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